Abr 24 2025
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El juicio por la apropiación de Victoria Donda se acerca al veredicto

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Adolfo Donda Tigel, ya condenado a prisión perpetua, es juzgado por la apropiación y ocultación de la identidad de su sobrina, Victoria Donda Pérez.

El exmarino Adolfo Donda Tigel enfrenta su tercer juicio, aunque ya está condenado a prisión perpetua en dos causas por ser coautor de los secuestros, torturas, homicidios y sustracción de menores en perjuicio de unas 400 víctimas en el centro clandestino de detención que funcionó ESMA durante la última dictadura militar.

El juicio donde es juzgado por su responsabilidad en la apropiación y ocultación de la identidad de su sobrina, Victoria Donda Pérez, nacida en el centro clandestino de detención de la ESMA durante el terrorismo de Estado, transita su última parte y se espera que, tras la feria judicial, se reanuden las audiencias para finalizar la etapa de alegatos y conocer la fecha de veredicto.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 6 de CABA, integrado por los magistrados Ricardo Basílico, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado, reanudará el debate el próximo 7 de febrero a las 10.

«Cuando Adolfo Donda recibió la sentencia a cadena perpetua por la causa ESMA y vi que no estaba condenado por la desaparición de mis padres -hermano y cuñada del condenado- y por mi apropiación, sentí que había algo en el universo que no estaba en equilibrio», declaró Victoria Donda a la agencia de noticias Télam.

El secuestro de sus padres

José María Laureano Donda Tigel, padre de Victoria, fue secuestrado a los 21 años al igual que su madre, María Hilda «Cori» Pérez, embarazada de cinco meses de Victoria y daría a luz en cautiverio en 1977 en la maternidad clandestina que funcionaba en la ESMA.

Victoria recupera su identidad 27 años después, en octubre de 2004, gracias a Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Hermanos de la Regional Capital de H.I.J.O.S.

Según el sobreviviente Lisandro Cubas, uno de los 27 testigos que brindaron testimonio en esta causa, Donda Tigel habló con su cuñada durante su cautiverio en la ESMA y hasta trató de tranquilizarla diciéndole que «a la niña la iban a entregar a la familia».

Miriam Lewin, la defensora del Público y sobreviviente, en su testimonio dejó en evidenciada la «presencia frecuente» de Donda Tigel en la ESMA y su «trato cotidiano» con el prefecto Juan Antonio Azic, apropiador de Victoria y condenado por delitos de lesa humanidad en 2012.

El represor Adolfo Donda Tigel Foto Archivo

El represor Adolfo Donda Tigel

«La relación con Juan Antonio Azic evidentemente era estrecha. Le entregó la bebé a un subordinado, alguien que podía dominar, a alguien con quien había robado bienes a las personas secuestradas y desaparecidas. Esto fue así porque fue un acuerdo», sostuvo la querella de Abuelas de Plaza de Mayo durante su alegato a cargo de los abogados Emanuel Lovelli y Carolina Vilella.

Victoria Donde, sobre la apertura del juicio por parte de la fiscalía y la posibilidad de estar llevando adelante el proceso oral, expresó: «Es la posibilidad de decirle a mi papá ‘quedate tranquilo hice todo lo que pude, podés descansar en paz'». Al respecto también declaró que es «empezar a cerrar un ciclo» y agregó: «Esa marca sigue estando ahí y probablemente me acompañe toda la vida pero el juicio para mí es eso, la posibilidad de cicatrizar una herida que todavía estaba abierta».

Además remarcó: «La única forma de poder vivir en paz y tranquila es con amor, memoria, verdad y justicia, como nos enseñaron las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo».

«Quiero saber mi fecha de nacimiento, estoy segura que él (Adolfo Donda Tigel) la sabe. Y la otra es si hay alguna posibilidad de que sepan en qué fosa lo tiraron a mi papá para poder, aunque sea, llevar sus huesos o cenizas a algún lugar y poder llevarle una flor alguna vez», concluyó.

Durante sus alegatos tanto la querella como la fiscalía pidieron que se condene a Donda Tigel a 15 años de prisión, máxima pena prevista para los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años -en este caso perpetrados contra su propia sobrina- y que los mismos sean declarados crímenes de lesa humanidad.

Por su parte la fiscalía resaltó durante su alegato que el crimen cometido por Adolfo Donda Tigel es «un caso especialmente atroz».

«Muestra la atrocidad propia de toda apropiación de niños nacidos en cautiverio con sus madres durante el terrorismo de Estado», pero destacó que en este caso, además, «se suma que el acusado como parte del sistema represivo cometió estos delitos contra su propia familia, lo que lo convierte en un caso único en la historia de estos juicios», declararon.

Aunque la defensa negó los cargos y la participación del acusado en la apropiación y ocultamiento de la identidad de Victoria, y hasta el propio Donda Tigel afirmó desconocer el paradero de su hermano y cuñada, la exdiputada espera que en las últimas palabras de su tío previas al veredicto, él «tenga el valor de afrontar lo que hizo».

El fiscal de la causa a cargo de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños y Niñas durante el Terrorismo de Estado, Pablo Parenti, dijo a Télam: «Entendemos que hay elementos de prueba contundentes, así que esperamos la condena y, además, que se declare, como pedimos, que fueron hechos que implicaron violencia de género contra una mujer embarazada y luego puérpera».

 

Fuente: Télam.

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