Una mirada teatral de las obras que sacuden y conmueven
Por Sergio Gusenko
«Fracasa otra vez. Fracasa mejor.»
Samuel Beckett
Tato Villanueva es un destacado intérprete payaso que hipnotiza a su público cruzando los lenguajes del teatro y circo. Ahí está presente en el escenario con su abánico, sus gestos, su respiración y ritmo, un registro de plasticidad y del tiempo de la expresión que despliega y experimenta con sus rutinas.
En el espacio también están sus objetos, para el ensayo y error, fundidos con su cuerpo, como el aro con plumas que se mece en su pelvis o su cádiz de salvación de la fe que llena de euforia el ambiente a medida avanza el humo.
Se destacan y conmueven recursos como la escena de la muerte del actor, la burla bufonesca al mandato teatral, su potente voz de cantante lírico y la llegada al ojo oráculo que remite a preguntas beckettianas existenciales…¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?
En tiempos de inteligencia artificial, ahí está el payaso para sacar al monstruo desde sus entrañas, con sus personajes y escenas que arrasan con energía embriagadora.
Gracias, la risa está a salvo.
La obra puede verse en Café Artigas (Gral. José Gervasio Artigas 1850) y es un espectáculo a la gorra. Próximas funciones a confirmar.
