Oct 15 2024
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El piloto de los «vuelos de la muerte» durante la última dictadura violó diez veces el arresto domiciliario

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Alejandro D’Agostino, juzgado y condenado por cometer de crímenes de lesa humanidad, se encuentra detenido en su vivienda como el 80% de los represores. El fiscal Félix Crous solicitó que se revoque ese beneficio.

El represor Alejandro Domingo D’Agostino violó en diez ocasiones el beneficio judicial de cumplir en su domicilio la pena de prisión por cometer crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar.

D’Agostino fue condenado por pilotear los llamados «Vuelos de la muerte» y la Justicia le adjudicó, entre otros casos, los asesinatos de Madres de Plaza de Mayo, las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y otros militantes secuestrados en diciembre de 1977, publicó el diario Tiempo Argentino, a partir de una investigación del diario Página/12.

Ante las reiteradas faltas del represor, el fiscal Félix Crous pidió al Tribunal Oral Federal 5 la revocación del beneficio de la domiciliaria.

Crous, según indicó, había registrado inicialmente tres salidas no autorizadas de D’Agostino, pero posteriormente la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica informó que en realidad fueron diez.

D’Agostino formaba parte de la Prefectura Naval Argentina y fue piloto de la División Aviación de esa fuerza. Estuvo involucrado el vuelo que partió el 14 de diciembre de 1977 desde el Aeroparque de Buenos Aires, donde fueron arrojadas vivas al mar doce personas secuestradas por la dictadura. El avión utilizado, un Skyvan, fue repatriado a Argentina el año pasado.

Según datos de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad, el 79,87% de los condenados por delitos de lesa humanidad en Argentina se encuentran cumpliendo prisión domiciliaria, lo que evidencia una tendencia a la flexibilización en el cumplimiento de condenas para represores.

Pese a eso, un grupo de diputados nacionales de La Libertad Avanza (LLA) visitó en julio pasado en prisión a varios represores de la última dictadura, entre ellos Alfredo Astiz, quienes pidieron salir de la cárcel, pese a cumplir penas de detención perpetua, con algún beneficio legal.

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