El exjefe de Milei opinó acerca de los mensajes del Presidente, quien en el Llao Llao le había pedido a los empresarios «que no rompan las bolas e inviertan en el país».
A la salida de la exposición de Javier Milei frente a empresarios del evento CICyP -en la que el Presidente insistió en narrar el «éxito» de su política económica- Eduardo Eurnekián, exjefe del ahora mandatario, opinó acerca de los mensajes del propio Milei, quien en el Llao Llao le había pedido a los empresarios «que no rompan las bolas e inviertan en el país». «Que se ponga las bolas y dirija», respondió el magnate, retomando la «metáfora» del mandatario.
«Que lo escuche, qué carajo me importa», dijo cuando el movilero le advirtió que el presidente iba a escuchar su respuesta. Y siguió: según el titular de Aeropuertos Argentina 2000, «milagros no hay, todo se hace por esfuerzo». Y añadió: «Cuando vos laburás, las cosas van para arriba».
💬 «Díganle al presidente que se ponga las bolas él y dirija el país, que después me diga a mí que invierta»
👉 Eduardo Eurnekián le respondió a Milei luego de que dijera a los empresarios «que se pongan las bolas e inviertan» pic.twitter.com/ElOV5c5wBn
— FM La Patriada (@FMLaPatriada) May 15, 2024
Lo cierto es que más allá del entredicho, la relación entre jefe y empleado sigue en buenos términos. Así se pudo ver en el Hotel Alvear, tal como cuenta Leandro Renou en esta nota, ya que a su arribo, al Presidente lo esperaba el clásico salón VIP que el Cicyp arma en la previa a los convites de funcionarios. «Que esté «, fue el único pedido y el sujeto tácito era el misimísmo Eurnekian, líder de Corporación América y mentor de Milei, que fue empleado de esa empresa, de la cual también salieron el jefe de gabinete, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Eurnekian fue el primer presidente del Cicyp y los que estuvieron en el VIP del Álvear destacaron «el notable sentido de pertenencia que Milei tiene con la empresa Corporación América». Cuentan que el Presidente habla seguido y directamente con su padrino político y, aunque sabe que Eurnekian es crítico, le acepta consejos y recomendaciones. Algunas de las críticas las acaba de hacer públicas.