El dirigente peronista habló acerca de la «desilusión» de los libertarios que generó el candidato de LLA después de aliarse con el expresidente y Bullrich.
El excanciller Felipe Solá expresó que el Mauricio Macri «es el nuevo interventor» de La Libertad Avanza (LLA) tras el acuerdo que selló con Javier Milei, una decisión que provocó «una implosión» de dirigentes libertarios que se sienten «desilusionados» con el pacto rumbo al balotaje del 19 de noviembre.
«Veo que hay una implosión, que por ahora es de dirigentes. Incluso hay gente de Milei que piensa que lo desilusionó al aceptar esta intervención de Macri, que es el nuevo interventor de La Libertad Avanza», dijo Solá.
El exgobernador bonaerense indicó que la expostulante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, se convirtió «en una pieza» de Macri, quien tiene «la capacidad de ver la debilidad del otro» con la intención de «operar y hacer daño».
«Eso lo usó Macri para tratar de hacer la unidad de las derechas, del antiperonismo», explicó Solá sobre el acercamiento del exmandatario al líder ultralibertario que derivó en alianza con LLA luego de que Bullrich no ingresara al balotaje.
Para Solá, de esta manera se configuraron las dos «excusas» que tiene el electorado para inclinarse por Milei, una de ellas el voto «antiperonista» y la otra «el tema de la casta», que considera estar «cada vez más fangoso» por el pacto con Macri, Bullrich y el sector duro del PRO.
«Ya no se puede hablar mucho de la casta después de lo que estamos viendo», apuntó.
También señaló que el candidato libertario se refiere a «la casta» en su discurso de campaña con el objetivo de que «no se vea que lo de él es una secta, en el sentido peligroso de la palabra».
«Hay que ver qué te gusta más, prefiero que me digan casta injustamente a que me digan secta extraña, y con razón», remarcó.
Seguidamente, Solá evaluó que «los primeros seis meses» de un hipotético Gobierno de Milei sería «el principal riesgo» para el país porque «no sabe dónde están los botones», en alusión al funcionamiento del Estado.
«Que se traba en el Congreso, que no domina la inflación, que no puede proponer ningún acuerdo porque su discurso ha sido la violencia y que estemos desesperados por cómo se votó y pensando qué resorte tiene la democracia para cambiar», describió, y añadió que imagina «un gran despelote: la ausencia de lo que llamamos conducción».
Fuente: Télam