En el marco de un proceso de diálogo abierto tras el golpe que derrocó a Bongo, Brice Oligui Nguema prometió devolver el poder a los civiles aunque sin precisar la fecha.
El líder de la junta militar de Gabón, Brice Oligui Nguema, que llegó al poder tras derrocar al presidente Ali Bongo, prometió, tras jurar como nuevo «presidente de transición», que devolverá el poder a los civiles y celebrará «elecciones libres, transparentes y creíbles».
«Al término del período de transición, con la ayuda de todos los gaboneses y socios para el desarrollo, esperamos transferir el poder a los civiles al organizar nuevas elecciones, libres, transparentes y creíbles», dijo Oligui Ngema durante la ceremonia.
El general también sugirió adoptar una nueva Constitución a través de un referendo.
De este modo, Oligui Nguema pidió la participación de todos los grupos del país para elaborar una «nueva constitución» que va a ser adoptada por referendo para tener «instituciones más respetuosas de los derechos humanos y de la democracia».
Aparte de eso, el presidente de facto planteó aprobar de forma similar los nuevos Códigos Penal y Electoral, y precisó que la formación del Gobierno se completará en los próximos días.
«Juro, ante Dios y el pueblo gabonés, preservar con total fidelidad el régimen republicano, respetar y hacer respetar la Carta de Transición y la ley, cumplir mis funciones, en el interés superior del pueblo, mantener los avances de la democracia, la independencia de la patria y la integridad del territorio nacional«, dijo el oficial sedicioso en el acto de jura, retransmitido en directo por el canal de TV Gabon 24.
Brice Oligui Nguema también informó que ya encargó al futuro Ejecutivo examinar los mecanismos para el regreso de los refugiados políticos y para la amnistía de los presos políticos.
La toma de posesión tuvo lugar después de que Oligui Nguema se reuniera con representantes de la coalición opositora Alternancia 2023, en el marco de un proceso de diálogo abierto tras el golpe que derrocó a Bongo que incluirá a representantes de la sociedad civil, reseñó la agencia de noticias Europa Press.
El candidato de la coalición, Albert Ondo Ossa, reclamó que se publiquen los resultados «verdaderos» de las elecciones y se negó a reconocer la legitimidad de Oligui Nguema, si bien el presidente de la coalición, François Ndong Obiang, destacó tras el encuentro que «no hay más que un país y hay que intentar superar las diferencias para llegar a un ‘modus vivendi’ que permita construir una nación que ahora hay que volver a encarrilar».
La forma en que Alternancia 2023 y el Ejército podrían cooperar en el futuro aún no está definida. «Estamos dispuestos a ver el contexto, pero somos especialmente flexibles. Somos civiles, queremos ejercer la democracia», expresó Ndong Obiang, quien enfatizó que los militares deben colaborar con «quienes poseen las capacidades y virtudes» para orientar la transición.
Evitar el «derramamiento de sangre»
En tres años, seis países africanos han vivido un golpe militar: Malí, Guinea, Sudán, Burkina Faso, Níger y ahora Gabón, aunque en otros también ocurrieron varios procesos similares.
El pasado 30 de agosto, un grupo de militares proclamó en Gabón la creación del Comité para la Transición y la Reconstrucción de las Instituciones (CTRI) y la anulación de «los resultados truncados» de las elecciones generales del 26 de agosto.
Ese mismo día, el presidente Ali Bongo fue derrocado por los militares poco después de que las autoridades electorales anunciaran su reelección para un tercer mandato, tras 14 años en el poder. Su padre, Omar Bongo, gobernó por 42 años el país africano rico en petróleo.
Los militares gaboneses disolvieron también las instituciones estatales, impusieron un toque de queda y cerraron las fronteras del país hasta nuevo aviso, con promesas de honrar los compromisos internacionales.
Numerosos países y organismos internacionales condenaron el golpe y la Unión Africana anunció la suspensión de Gabón hasta el restablecimiento del orden constitucional.
Hoy, el general Nguema expresó su «sorpresa» de que el golpe de Estado fuera condenado por las «instituciones internacionales» y afirmó que los militares actuaron para evitar el «derramamiento de sangre».
Fuente: Télam