El gobierno reduce el Conicet a su mínima expresión, pero no lo reconoce.
por Fabián Waldman.
Al salir de Casa Rosada, La Patriada Web interceptó al secretario de Innovación, Ciencia y Técnica de la Nación y se dio el siguiente intercambio:
– Secretario, ¿van a seguir desmantelando el área?
– ¿Quién está haciendo eso? Me parece que estás mal informado.
– Despidieron a más de 3.000 científicos…
– Estás equivocado, infórmate bien.
– Pero están desfinanciando la investigación.
– No es verdad.
– Científicos que no pueden continuar sus proyectos…
– Estás mal informado, eso ya venía de antes.
Darío Genua, secretario de Innovación, Ciencia y Técnica de la Nación, respondía de esta manera a La Patriada Web. El intercambio se realizó en Casa Rosada cuando el funcionario se retiraba luego de una reunión en el despacho del asesor Santiago Caputo. El poder del asesor se extiende a lo largo de la mayoría de las carteras aunque en una primera mirada sean responsabilidad del jefe de Gabinete. A lo largo de los 40 metros recorridos desde el salón Martín Fierro hasta el de Científicos Argentinos, no hubo lugar para más preguntas.

El CONICET festejaba ayer su 67º aniversario. Fundado el 5 de febrero de 1958 por la Revolución Libertadora, hoy un gobierno autoproclamado libertario llega para destruirlo.
El organigrama del gobierno indica que depende de Guillermo Francos, jefe de gabinete de Ministros, quien según sus funcionarios está interesado personalmente en el sector. Miran la reducción del área como algo necesario al igual que en el resto de la administración pública. Y en un control más exhaustivo de los proyectos de investigación, sentencian que «solo el 10% de la inversión es aportado por el sector privado”. De esa manera se justifican para hablar de la ineficiencia del gasto en el sistema científico y tecnológico. También plantean el direccionamiento hacia la ciencia aplicada o dura, para dejar de lado las sociales o blandas. No miran la experiencia internacional, donde, desde los EEUU, pasando por Alemania, Francia o el Reino Unido, la principal inversión la realizan los estados. Los desarrollos de Internet en los EEUU o lo relacionado con los componentes de los teléfonos celulares son ejemplos reconocidos.
Firmada su creación por Pedro Aramburu, Isaac Rojas y Adalberto Krieger Vasena, ha sido sostenido a los golpes con altas y bajas, pero nunca había llegado a la situación actual. Aunque hubo períodos oscuros, como el iniciado con la Noche de los Bastones Largos en el gobierno de Juan Carlos Onganía; la Dictadura iniciada por Jorge Rafael Videla en 1976 y durante el gobierno de Mauricio Macri, desde 2015 hasta 2019. Raúl Alfonsín revaloró el sector, bajo la conducción de Manuel Sadosky y luego las políticas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner permitieron aumentar la inversión en el sector y la implementación del plan Raíces en 2008 permitió el retorno de científicos argentinos en el exterior.
La Ley ley 27.614, de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, tiene como objeto establecer un incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a CyT. Debería alcanzar en 2032 una participación mínima del 1% del PBI de cada año.
«Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud», justificó Manuel Adorni la decisión del Gobierno nacional sobre la salida de la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fue creada en 1948 por la comunidad de naciones. Es una soberanía aplicada a la inversa: destruir el sistema de investigación y desarrollo, y, al mismo tiempo, excluir al país de acceder a información y convenios que permitan establecer políticas de salud acompañadas por la comunidad internacional. O someterse a rajatabla a las instrucciones del FMI.
Adonde vamos no necesitamos científicos
Según un informe de evolución de Empleo y RRHH del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI) fueron 3.666 las bajas del sistema científico nacional. 3141 han sido las pérdidas en los organismos de ciencia y técnica y el 41.8% se dió en el CONICET, 649 becas y 6665 en el resto del estado. En el INTI fueron 705, en el INTA 360, en la secretaría de ICT 219. En empresas como la Fábrica Argentina de Aviones 188 trabajadores, 174 en Nucleoeléctrica S,A., ARSAT 83 empleados, Dioxitex fueron 38 y Veng (aviación) 38.
El reporte del CIICTI explica que «en todos los casos se trata de reducciones que implican la desestructuración de equipos conformados por profesionales altamente calificados del sector científico de nuestro país».
En 13 meses, la administración de Javier Milei destruyó 41.038 puestos de trabajo de la Administración Pública Nacional, lo que equivale a un 12% del total.
El gobierno apunta al desarrollo nuclear como una de sus estrellas. El consejero económico Demian Reidel y “aspirante al premio Nobel junto a Javier Milei” es el responsable de promover el proyecto. Mientras eso sucede, desarman la inversión nuclear como el proyecto de Atucha III y el reactor CAREM.
En el enfrentamiento menos pensado, mientras la Revolución Libertadora comandada por Pedro E. Aramburu creo el CONICET, el gobierno libertario de Javier Gerardo Milei llegó para intentar destruirlo.