Se llevó a cabo el acto en conmemoración por el vigésimo aniversario de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. Fue en Plaza de Mayo y una multitud aclamó por CFK. | Por Daiana J. Salvatore
El sol del 25 no asomó. Como vestigio de aquel triste día en el que Néstor Kirchner se fue de este plano y su pueblo lo despidió, el día de la conmemoración de los veinte años de su asunción como presidente llovió copiosamente sobre Plaza de Mayo. Ese fue el sitio elegido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, para la convocatoria y, como es costumbre, los militantes se fueron acercando desde temprano, compartieron en familia, con amigos o compañeros de lucha, esta jornada de fiesta popular bendecida por las precipitaciones. La concentración sirvió para refutar la negativa de la propia líder del espacio, quien dijera en una ocasión que no se puede hacer choripán cuando llueve porque, al decir suyo, “se te apaga la parrilla, hermano”. Porfiados, los peronistas lo hacen igual.
Cerca de las 14 se encendieron las pantallas y la música comenzó a sonar fuerte, la mayor parte de las columnas ya estaban en posición y otras terminaban de hacerlo. Los puestos de chori, patys y bebidas, los vendedores ambulantes, los gorritos con la inscripción CFK 2023 componían la idiosincrasia del paisaje y la aclamación que trasciende la comprensión lectora.
La intensa lluvia hizo que la única oradora de la tarde llegara más temprano a la cita y adelantara la hora prevista para su discurso, que estaba programado para las 16. Fue así que cerca de las 15 comenzó el movimiento sobre el escenario: gobernadores, ministros, legisladores, políticos destacados, actores invitados, posibles candidatos y candidatas. Por supuesto, referentes de la lucha por los Derechos Humanos, Abuelas, Madres. Todas y todos se disponían y ordenaban a la espera de su palabra.
Mientras tanto, sobre la plaza, el asfalto y las veredas, el pueblo también esperaba por ella. Con banderas, carteles, viseras, pilotos transparentes, amarillos y fucsias. También paraguas, muchos. La lluvia no espantaba, la gente calentaba motores bailando o haciendo pogo, así se acortaba la espera.
En ese trance, Cecilia comentó que fue a la plaza porque está “convencida”. “Cristina nos tiene que decir cuál es el camino”, acotó. Mario, por su parte, contó que “la decisión que ella tome será lo mejor para el pueblo”. Ada, que estaba con su compañero, cometió un sincericidio: “vinimos porque hay que estar, si no esto se va a la mierda”.
Las pantallas dispuestas al costado del escenario y otras distribuidas en las inmediaciones hasta la estación Piedras de la línea de Subte A, intentaban llegar a la multitud que se expandía por Avenida de Mayo hasta la Avenida 9 de julio. Las aledañas Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Diagonal Sur también se colmaron.
Fue cerca de las 15:30 que comenzó la proyección de un video alusivo a la fecha. Néstor, el presidente que le devolvió la política al pueblo. Luego, ella. Se asomó al escenario y, como si hubiera sido magia, se cumplió un adagio: siempre que llovió, paró. Inició recordando el país que recibió Kirchner cuando asumió, su escasa legitimidad con el 22 por ciento de los votos y los números de PBI que después compararía. Los cánticos “Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo…” acompañaban cada alusión a quien fuera su compañero de vida y militancia.
Asimismo, la Vicepresidenta recordó las políticas económicas de los años ´90, parte de su gestión de gobierno, el enfrentamiento con los sectores ruralistas. Hizo referencia a sus diferencias con el actual presidente sin abundar en detalles, porque “todos ya saben, ya lo dije”.
De cara al futuro, llamó a rediscutir la deuda contraída con el FMI, marcando la necesidad de “elaborar un programa propio de crecimiento, industrialización e innovación tecnológica”. A su vez, planteó la necesidad de repensar la administración de los recursos naturales y los estratégicos, como el litio, además de fomentar la industrialización para no depender del agro y los commodities.
Más adelante, recordó el advenimiento de la democracia con la presidencia de un candidato que no era de su partido, destacando el pacto democrático. “¿Qué es eso de querer exterminar al otro? ¡Si con ganarnos alcanza!”, exclamó.
Ante una multitud -nuevamente bajo la lluvia- que no dejaba de cantar “Cristina presidenta” y “una más y no jodemos más”, aludiendo a un tercer mandato de Fernández de Kirchner, su discurso dejó mucha tela para cortar y a sus seguidores sin candidatos definidos de cara a las elecciones del 2023. Sin embargo, hay algo sobre lo que nadie duda: su liderazgo y el fervor de la porción de la militancia que conduce.