La directora expuso en el plenario de comisiones de Diputados por la ley ómnibus y propuso «dejar la discusión para un momento en que el Gobierno se haya interiorizado en el tema».
La directora Lucrecia Martel pidió al oficialismo «dejar la discusión para un momento en que el Gobierno se haya interiorizado realmente sobre cómo funciona la industria del cine nacional», al exponer en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación en relación con las iniciativas para el sector cinematográfico comprendidas en la ley ómnibus.
La reconocida cineasta habló durante cinco minutos a través de una videoconferencia, y propuso que se posponga ese debate en función de que el Gobierno «pueda comprender qué es lo que necesitamos para impulsar la industria de cine y desarrollarla», en lugar de «estas improvisadas normas que nos ofrecen en la ley ómnibus».
«Es indudable que nadie de nuestro sector quiere que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) siga igual: necesitamos que sea mejor, que se digitalice, que los trámites duren menos, que haya transparencia y autoridad, en eso vamos a coincidir todos los sectores del cine», reconoció la artista salteña, destacada por largometrajes como «La ciénaga» (2001) y «Zama» (2017).
Martel agregó: «Lo que el cine significa en términos históricos y para la comunidad es algo de lo que he preferido no hablar en esta pequeña exposición porque creo que la emergencia previsional, la desesperación alimentaria y la emergencia educativa hace que pueda sonar nada urgente lo que tengo para decir sobre eso».
«Respecto de los cambios que propone la ley, me da la impresión de que no se han puesto en contacto con el sector o que han sido escritas por personas con muchos prejuicios sobre nuestra industria. No sé si por falta de tiempo o por ignorancia, pero me parece que todavía estamos a tiempo de remediar esto por lo menos», consideró.
La también guionista y productora evaluó que, en caso de continuar con lo propuesto en el proyecto «indudablemente se va a impedir lo que con mucho esfuerzo ha estado logrando la gente de cine: participar en uno de los mercados más competitivos y que crece exponencialmente» a partir de que «en Argentina hay 15.000 estudiantes de cine, que ya están a punto de ingresar al mercado en una cantidad enorme en un sector con financiamiento e impulso privado, internacional y nacional».
«Nuestra industria del cine es básicamente de pequeñas y medianas empresas. Entre 70 y 90 por ciento del presupuesto de una película argentina se financia exportando derechos, es decir, compitiendo en fondos internacionales con películas de todo el mundo. Los países con los que trabajamos con mayor frecuencia, lo que se puede ver en los títulos, son Brasil, España, Colombia, Estados Unidos, Francia, Canadá, Inglaterra y últimamente también China, Qatar y Corea del Sur, además de inversores privadas», precisó.
fuente: Télam.