La disputa dentro del partido de López Obrador para sucederlo en el sillón presidencial escaló fuertemente, con la decisión de Marcelo Ebrard, uno de los dos contendientes, de desconocer el proceso y amenazar con una ruptura.
El excanciller de México, Marcelo Ebrard, solicitó el lunes la anulación de las elecciones internas del partido oficialista Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), en las cuales enfrentó a la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien finalmente triunfó por casi 15 puntos porcentuales. Los comicios, que otorgaron a la dirigenta la candidatura para 2024, revelaron una fuerte disputa interna al interior del espacio.
En el recurso que presentó ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido, Ebrard señaló 63 irregularidades. «Los hechos que aquí se mencionan son evidencia contundente para descalificar la legitimidad del proceso», afirmó. Menciona, entre otros, el caso de la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, por presunto desvío de recursos en favor de la candidatura de su opositora en la interna. También señaló la existencia de «amenazas, violencia e intimidación» en el marco del proceso eleccionario. Además, planteó la posibilidad de formar un nuevo partido político, que podría conformar en los próximos días con el nombre de «Movimiento Progresista».
Por su parte, Sheinbaum afirmó que revisaron la impugnación y que «no tiene mucho fundamento», a la vez que advirtió que la querella será respondida «jurídicamente». Sin embargo, dejó la puerta abierta para un posible entendimiento entre las partes, y sostuvo: «Aquí siguen abiertas las puertas para que regrese». Días atrás, el Presidente le entregó a la alcaldesa el bastón del Movimiento de la Transformación, tras los resultados.
La disputa por quién encabezará la fórmula de Morena se ha vuelto crucial, ya que quien logre imponerse llegará, probablemente, a la Casa de Gobierno para suceder el año próximo a Andrés Manuel López Obrador (en México no existe la posibilidad de reelección presidencial). Según una encuesta realizada por el diario mexicano El Financiero, el actual jefe de Estado contó con un 58 por ciento de aprobación en el mes de julio, tras cuatro años y medio de mandato.
Fuente: DW y La Política Online