«Somos un país libre, independiente y soberano», respondió la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum a las primeras medidas de nuevo mandatario de Estados Unidos.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum desestimó este martes la decisión de Donald Trump de designar a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras y dejó claro que Estados Unidos sólo puede actuar en su territorio.
Sheinbaum reaccionó así a una de las órdenes ejecutivas que firmó Trump en su primer día en la presidencia de Estados Unidos como parte de un paquete de medidas que podrían tensar las relaciones con su vecino del sur.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que el gobierno estadounidense tiene un plazo de dos semanas para determinar qué grupos del narcotráfico serán designados organizaciones terroristas, destacó la agencia de noticias AP.
«Ellos pueden actuar en su territorio. Nosotros lo que decimos es la defensa de nuestra soberanía e independencia. Por eso dijimos, nos coordinamos, pero somos un país libre, independiente y soberano«, expresó Sheinbaum tras pedir a los mexicanos que tengan calma ante los anuncios de su par estadounidense.
La presidenta mexicana dejó claro: «Todos queremos combatir a los cárteles de la droga. Ellos en su territorio, nosotros en el nuestro».
Según la orden ejecutiva de Trump, los cárteles de la droga llevaron a cabo «una campaña de violencia y terror en todo el Hemisferio Occidental que no sólo ha desestabilizado países con una importancia significativa para nuestros intereses nacionales, sino que también ha inundado Estados Unidos de drogas letales, criminales violentos y bandas despiadadas».
Esta medida se sumó a otras que incluyen la declaración de una emergencia en la frontera sur de Estados Unidos, la promesa de imponer aranceles de 25% a México y Canadá desde el 1 de febrero y la anulación de CBP One, una aplicación que permitía a los migrantes solicitar citas de asilo antes de llegar a la frontera.
Trump también prometió que realizará deportaciones masivas y amenazó con una intervención militar en México para combatir a los cárteles, algo que fue rechazado tajantemente por Sheinbaum.