La visita a Beijing de una delegación estadounidense encabezada por el presidente del bloque demócrata de la Cámara de Senadores constituye otra instancia de acercamiento entre ambas potencias, en la búsqueda por reducir las tensiones manifestada en los viajes anteriores a China.
El líder del Partido Demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, viajó a Beijing junto con un grupo de parlamentarios y en la mañana del lunes se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y posteriormente con el mandatario Xi Jinping. Se trató de la primera visita de una delegación de senadores estadounidenses desde el año 2019. El objetivo fue desescalar el conflicto bilateral, profundizado especialmente durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021), y buscar vínculos comerciales favorables para la potencia norteamericana ante lo que denominan una supuesta desigualdad de condiciones en favor de China. Esta visita se suma a la realizada en junio pasado por el canciller Anthony Blinken, y en julio por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
«Aunque el mundo y los tiempos están cambiando, la lógica histórica de la coexistencia pacífica de China y Estados Unidos permanece inalterada, la aspiración fundamental de nuestros pueblos de intercambios y cooperación permanece inalterada, y la expectativa compartida del mundo de una relación de China y Estados Unidos estable y creciente permanece inalterada», afirmó Xi Jinping. «La relación entre China y Estados Unidos es la más importante del mundo«, aseguró, y añadió que tiene «mil razones» para impulsar el vínculo bilateral y ninguna para destruirlo.
Por su parte, Schumer sostuvo: «nuestros países, juntos, darán forma a este siglo (…) Tenemos que gestionar nuestras relaciones de forma responsable». En ese sentido, exigió que «China también debe proporcionar igualdad de condiciones para las empresas y los trabajadores estadounidenses», y marcó: «La mayoría de los estadounidenses, incluida nuestra delegación, no creen que tengamos esa justicia ahora».
Sin embargo, se produjo una tensión en la visita con respecto al estallido de la guerra entre Israel y la organización Hamás, luego de la invasión del sábado, que dejó centenares de muertos y civiles secuestrados. «Digo esto con respeto, pero me decepcionó la declaración del ministro de Exteriores [chino] que no muestra simpatía ni apoyo al pueblo israelí durante estas tragedias«, afirmó Schumer.
Se refería al pronunciamiento de Wang Yi en las horas previas, en donde instó a «mantener la calma» para «poner fin de inmediato a las hostilidades», a la vez que sostuvo la necesidad de «implementar la solución de los dos Estados y establecer un Estado de Palestina independiente» para finalizar el conflicto. No obstante, en las horas siguientes, China emitió un comunicado manifestando su condena al ataque de Hamás, tras el cual Schumer se mostró agradecido.
Fuente: A.P.