Lo aseguró Fabián, el padre del fotógrafo herido gravemente en la cabeza con un proyectil de gas lacrimógeno, en declaraciones a «Todos en cuero», en FM La Patriada.
El fotógrafo Pablo Grillo presentó una leve mejoría, aunque su cuadro de salud sigue siendo grave, tras ser herido en la cabeza con un disparo de gas lacrimógeno hecho, según una reconstrucción, por un gendarme en la represión de una manifestación de jubilados en el Congreso.
«Al bajarle la sedación, Pablo abre los ojos un poquito. Respondió a una orden de las varias que le dieron. Eso, para mí, es un renacer de él. Todavía no respira solo, pero están viendo la posibilidad de que lo vaya haciendo paulatinamente», explicó Fabián Grillo, padre de Pablo, en declaraciones a «Todos en cuero», por FM La Patriada.
Según el relato, el fotógrafo «saca la lengua, mueve la mano y el pie». Además, ante los estímulos de los médicos, «Pablo tuvo una respuesta. Es buenísima la noticia, pero todavía es grave, delicado y crítico. Todavía hay peligro de vida«, afirmó.
Fabián Grillo, en tanto, contó que dos policías fueron dispuestos en la puerta de la sala de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía, donde está internado su hijo.
«Estamos viendo muchos uniformados que van y vienen en el Hospital Ramos Mejía. Desconozco si es habitual. Ayer, cuando entramos a terapia intensiva, había dos policías parados en la puerta de terapia intensiva. No sé si suele ser así. Me da cosa preguntar, ¿a quién ‘cuidan’?», indicó Grillo.
