Por Guillermo Lipis
Argentina se negó a aprobar el Pacto del Futuro y se “disoció” de este acuerdo global suscripto en las Naciones Unidas. Expertos consultados por La Patriada Web coincidieron en indicar que esa decisión significará un retroceso en temas ambientales, climáticos y en proyectos de desarrollo sostenible que podrían ser apoyados, en el futuro, por organismos internacionales.
El Pacto del Futuro fue aprobado por 143 de los Estados miembros de la ONU y la Argentina se ubicó recientemente en el grupo de países que rechazaron el proyecto junto a Irán, Corea del Norte, Venezuela, Guinea Ecuatorial, Tonga, Uzbekistán, Haití, Papúa Nueva Guinea o Tonga, entre otros.
Este documento de las Naciones Unidas consta de 56 puntos a través de los que se define una visión y un plan de acción para abordar desafíos globales que se centra en cinco vectores: desarrollo sostenible; paz y seguridad internacional; ciencia y tecnología; juventud y generaciones futuras. y transformación de la gobernanza mundial.
El acuerdo suscripto, además, busca activar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema, el hambre, promover la educación y lograr igualdad de género.
También, entre otros temas, incorpora una adenda sobre un Pacto Digital Global -un acuerdo sobre la regulación internacional de la inteligencia artificial- y una Declaración sobre las Generaciones Futuras.
La Cumbre del Futuro, a través de un comunicado, explicó que el 22 de septiembre del corriente año, los líderes mundiales adoptaron el Pacto para el Futuro, del que el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró que es un modo de crear «un futuro adecuado para nuestros nietos«.
El comunicado oficial destacó que es el resultado de un proceso inclusivo de varios años y que «sentaría las bases para un orden global sostenible, justo y pacífico«.
«Estamos en un momento de profunda transformación global. Nos enfrentamos a riesgos catastróficos y existenciales en aumento, muchos causados por las elecciones que hacemos. Seres humanos están sufriendo terriblemente. Si no cambiamos el rumbo, corremos el riesgo de caer en un futuro de crisis y colapso persistentes«, detallaron a través de un comunicado.
La disociación libertaria
Sin embargo, Argentina determinó «disociarse» de la decisión de la mayoría de las naciones.
«Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro. Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habita nuestro suelo. Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas. Argentina será un Faro de Libertad», posteó la canciller Diana Mondino en su cuenta de X.
Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro.
Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habita nuestro suelo.
Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas.…
— Diana Mondino (@DianaMondino) September 23, 2024
Y agregó: «Muchos de los puntos de este pacto, con sus anexos, presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de la Argentina«.
Su declaración fue ratificada en la sede de la ONU por el presidente Javier Milei quien, en su discurso del 24 de septiembre, en la 79° edición de la Asamblea General de la ONU, ratificó su posición en contra de esta iniciativa.
Discurso del Presidente Javier Milei en la 79° sesión de la Asamblea General de la ONU. pic.twitter.com/pVdtBJP3GD
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) September 24, 2024
«No vengo aquí a decirle al mundo lo que tiene que hacer, vengo aquí a decirle al mundo, por un lado, lo que va a ocurrir si las Naciones Unidas continúan promoviendo las políticas colectivistas que vienen promoviendo bajo el mandato de la Agenda 2030, y por el otro, cuáles son los valores que la nueva Argentina defiende», dijo Milei.
La ONU determinó que «el cambio climático es uno de los mayores retos de nuestro tiempo, con impactos adversos que afectan de manera desproporcionada a los países en desarrollo, especialmente a aquellos que son particularmente vulnerables a los efectos adversos«, por lo que se determinó que los países firmantes del Pacto del Futuro se comprometen a “acelerar el cumplimiento” de sus obligaciones en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y del Acuerdo de París.
Argentina se bajó del acuerdo.
Voces que dicen
Retroceso de glaciares, nevadas fuera de temporada o en exceso en la Patagonia cordillerana, incendios como los ocurridos recientemente en bosques cordobeses o las inundaciones ocurridas a principios de año en Bahía Blanca son algunos de los efectos que Argentina padece por los efectos del cambio climático.
La Patriada Web consultó a expertos en la materia sobre cómo puede impactar la disociación libertaria en relación específica a esta problemática.
Para voceros de Greenpeace, «el anuncio del gobierno argentino de retirarse del Pacto para el Futuro es un desacierto para el país y para las actuales y futuras generaciones. El consenso científico sobre la triple crisis que atravesamos (climática, de biodiversidad y de contaminación) ha dejado claro que hay que actuar en consecuencia y con esfuerzos multilaterales que permitan la acción colectiva», indicaron.
Desde la ONG ambientalista aseveraron que esta actitud «demuestra una desconexión con las principales agendas del mundo donde los compromisos a escala internacional en ningún caso implican resignar soberanía, sino que todo lo contrario; ser parte de los acuerdos permite contribuir y aplicarlos de acuerdo al interés de cada país».
«Hoy, más que nunca, debemos avanzar en la implementación de los acuerdos, y no ir marcha atrás de consensos internacionales», señalaron.
Sin embargo, el abogado ambientalista Javier Crea no lo visualiza en forma dramática y traza una hoja de ruta de los últimos años acerca de las políticas argentinas en material ambiental.
Crea, vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente (AIDCA) y subdirector del Instituto de Derecho de Ecología, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Energéticos del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, indicó que el problema de la política ambiental viene de lejos.
Y recordó que «el primer Ministerio de Ambiente, creado por Mauricio Macri, tuvo al frente de la cartera al rabino Sergio Bergman que llegó y dijo: ‘No tengo formación ambiental, pero soy una persona ética, como si la ética alcanzara para trabajar en cuestiones ambientales’”. Luego, en el anterior gobierno peronista, llegó Juan Cabandié, también sin antecedentes ni formación ambiental.
“¿Cómo fue la gestión ambiental argentina hasta ahora? Pésima, tanto en el gobierno de Macri como en el último gobierno. Hoy nos encontramos con una administración que no tiene un Ministerio, sino que lo redujo a una Subsecretaría, y que designó a una persona como Ana Lamas, especializada en cuestiones ambientales, una persona con experiencia en serio en el tema”, dijo Crea.
Para el abogado, «los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una expresión de buena voluntad, no lo niego, suenan bien y son políticamente correctos, pero ¿qué diferencia le generan a la Argentina? Es una cuestión de relaciones internacionales, si sirven o no sirven, pero en cuestión ambiental no nos cambia absolutamente nada. No le generan al país ningún tipo de diferencia porque existe una legislación sobrada, antecedentes y conocimiento científico técnico como para hacer valer su normativa más allá de los ODS”, consideró.
«Si hoy tuviéramos la evaluación de impacto ambiental como etapa previa a cualquier tipo de actividad o inversión, ¿en dónde estaría el cambio en materia perjudicial en relación al ambiente? El problema es que sistemáticamente Argentina no cumple con su legislación. Si la entidad local de aplicación cumple y realiza una evaluación de impacto ambiental, el tema estaría terminado», explicó a La Patriada Web.
Además, mencionó que, como «los recursos naturales son locales, son los gobiernos provinciales los que debe ocuparse de hacer cumplir la reglamentación«.
La Patriada Web: Pero, ¿adónde está el gobierno nacional en todo esto? Salvo que creamos que no tiene que ver con el cambio climático.
Javier Crea: La cuestión ambiental no es materia delegada en el Estado nacional. La obligación primordial es local. En el caso de los incendios en Córdoba, por ejemplo, ¿hubo previsión por parte de la provincia? ¿Los aviones hidrantes de los que hablamos deberían ser nacionales o locales? Es toda una discusión. Es como con la educación y la salud. Tampoco estoy diciendo que el Estado nacional no tenga que contribuir o colaborar, pero es una obligación estrictamente local porque no son materias delegadas.
La Patriada Web: Con este criterio, ¿si el cambio climático es uno de los mayores desafíos de esta época, podemos pensar que el Estado Nacional se desentiende, por ejemplo, de las derivaciones del cambio climático y que todo depende de los Estados provinciales?
Javier Crea: No. La normativa que tenemos es suficiente para la protección ambiental. El cambio climático es consecuencia de no proteger al ambiente, pero si cada uno cumple con su rol vamos a estar solucionando o poniendo un freno a grandes cuestiones ambientales. Hoy, por ejemplo, el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) no da plena libertad de acción para hacer lo que quieras. El proyecto que se presente tendrá que pasar una evaluación de impacto ambiental. Y si la pasa, ¿quién es el responsable? ¿El gobierno nacional o quien realice la evaluación de impacto ambiental? Yo entiendo que la responsabilidad es de quien haga la evaluación y autorice la actividad, que sigue siendo una cuestión local. La actividad propuesta por el proyecto no sería autorizada por el gobierno nacional, sino el gobierno local, que deberá autorizar o no la actividad o explotación natural. Estamos en un país federal y no es materia delegada, por eso tampoco podemos adjudicarle la responsabilidad al gobierno nacional sobre algo que el gobierno local autorice. Sé que puede ser chocante plantearlo de este modo, pero la realidad es que cada uno tiene que cumplir con su rol, y cada uno tendrá que hacerse cargo. Mientras seamos responsables internamente, Argentina no va a necesitar de esta agenda. No creo que la cuestión ambiental en Argentina dependa de los ODS de la Agenda 2030 cuando tiene su propia legislación. Si fortalecemos las instituciones, si trabajamos localmente siendo un país federal y el Estado nacional se compromete en colaborar en eso, me parece que se puede hacer una muy buena gestión, más allá de lo que considere el presidente Milei sobre la Agenda 2030. Hay normativa suficiente, hay personal capacitado y va a depender de los intereses que defienda cada uno. Si cada uno asume el rol que tiene que asumir, la protección ambiental debería funcionar muchísimo mejor de lo que viene funcionando.
En cambio, para Santiago Juncal, director de Política y Justicia Internacional en Amnistía Internacional Argentina, «con el rechazo del gobierno argentino al Pacto para el Futuro, el país toma distancia de buena parte de estos objetivos que se venían negociando».
Y evaluó que “la próxima reunión de la COP, en noviembre de este año, será una instancia interesante para ver hasta qué punto Argentina sigue tomando distancia del Pacto del Futuro, en general, y de la cuestión de la crisis climática, en particular. Veremos cómo reacciona Argentina frente a temas que son urgentes para abordar por todas las cuestiones que están ocurriendo a nivel mundial como incendios, inundaciones y, sobre todo, el aumento de temperaturas por encima de las medias históricas«, indicó.
Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la responsable de Política Climática de la organización, Camila Mercure, cree que esta disociación «puede generar algún tipo de aislamiento de Argentina, y más teniendo en cuenta que la cuestión ambiental y las crisis climáticas y de pérdida de biodiversidad están tomando cada vez un rol más importante en las distintas agendas y las políticas de multilateralismo”.
La Patriada Web: ¿Qué tipo de consecuencias puede nombrar como ejemplo?
Camila Mercure: En el acceso a financiamiento, especialmente teniendo en cuenta que también los países del sur global, como el nuestro, necesitan de fuentes internacionales para implementar medidas y políticas públicas en materia de cambio climático. Si Argentina se disocia de este Pacto del Futuro podría llegar a entenderse o implicar la posibilidad de perder esas líneas de financiamiento o que no seamos elegibles. Argentina también está interesada en ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y en ese sentido los expertos analizan la situación de Argentina en temas como el ambiental, el cambio climático y la biodiversidad. Disociarse de esta agenda da cuenta de que los problemas ambientales y climáticos no son una prioridad para la agenda pública. Esto sí puede tener consecuencia justamente en los ecosistemas, en la biodiversidad y sobre las personas y las comunidades porque los efectos del cambio climático perjudican en mayor medida a los grupos sub representados y las personas en situación de vulnerabilidad social. Es decir que, al menos en este aspecto, no se hará nada para mejorar la calidad de vida de las personas.