Ene 16 2025
Ene 16 2025

Soldados cordobeses fueron rociados con cal en un “bautismo” del Ejército

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Las víctimas, unas 35, habrían sido amenazadas por sus superiores con castigos físicos y psicológicos si denunciaban el hecho, ocurrido el 17 de mayo último.

La Justicia federal inició una investigación luego de que se conociera que el 17 de mayo pasado un grupo de oficiales militares roció con cal viva y provocó heridas y quemaduras a unos 35 soldados del Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba como parte de un ritual de “bautismo”.

La intervención judicial se dio a partir de una denuncia anónima y la difusión de un video en el que se observa a los soldados arrodillados sufriendo en el rostro y el torso el efecto de la cal viva arrojada por superiores militares.

La cal les provocó vómitos, náuseas y severas afecciones en las vías respiratorias y digestivas, según publicaron los diarios cordobeses “La Voz del Interior” y “Puntal”.

La información periodística indicó que el abogado Jerónimo Argarañaz, representante legal de uno de los denunciantes, reveló que algunos soldados se negaron a dar su testimonio por miedo a sufrir represalias de los altos mandos del Ejército, “quienes habrían amenazado con castigos físicos y psicológicos” a quienes divulguen el hecho.

Otras muertes víctimas de la violencia en los cuarteles

La práctica de “bautismo” está prohibida por el Ministerio de Defensa desde 2022, luego de la muerte del subteniente Matías Chirino, que tenía 22 años, en la ciudad correntina de Paso de los Libres. La víctima falleció como consecuencia de la excesiva ingesta de alcohol a la que fue obligado por sus superiores.

Hasta el momento, el ministro de Defensa, Luis Petri, no se refirió públicamente al tema.

El padre de uno de los denunciantes del hecho confirmó en una entrevista radial que el “bautismo” con cal viva ocurrió el mismo día en que murió el sargento cordobés Franco Maizarez a raíz de una falla en su paracaídas.

Muchos de los compañeros de mi hijo estuvieron internados con lavaje de estómago. Ese mismo día tenían que salir y no los dejaron. Les dijeron que tenían que estar en observación”, comentó el padre.

En marzo pasado se conmemoraron 30 años del asesinato del soldado Omar Carrasco, cometido en un cuartel de la ciudad neuquina de Zapala.

El crimen de Carrasco, que tenía 20 años, conmocionó a la opinión pública en 1994 y su investigación expuso las prácticas humillantes que sufrían los jóvenes conscriptos en los cuarteles cuando cumplían con el entonces obligatorio servicio militar.

Carrasco fue torturado, su cuerpo escondido y el homicidio tuvo distintas instancias de encubrimiento, entre ellos el de inteligencia militar, resaltó en su momento el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

La repercusión del asesinato llevó a que el gobierno de Carlos Menem dispusiera el final del servicio militar obligatorio.

La Justicia condenó por el crimen al subteniente Ignacio Canevaro (15 años de prisión) y los soldados Víctor Salazar y Cristian Suárez (ambos a 10 años de cárcel).

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