La presidenta del mítico Hotel Gondolín y «la madre de una enorme familia» murió apuñalada este sábado. Su pareja llamó al 911, se dio a conocer como el responsable y quedó detenido.
Diana Zoe López García, mujer trans, referente del Hotel Gondolín y la «madre de una enorme familia», fue asesinada de una puñalada por su pareja en la habitación de un hotel en el barrio porteño de Balvanera.
Zoe López García, de 47 años y oriunda de la provincia de Salta, era la presidenta del Hotel Gondolín, el establecimiento de la zona de Villa Crespo, que recibe y aloja a las personas de la comunidad travesti/trans.
El sábado pasado, un hombre de 38 años identificado como Norberto Villegas, fue quien se comunicó al 911 hoy a las 16.15 para dar cuenta sobre la agresión que había cometido contra su pareja. Efectivos de la Comisaría Vecinal 3B de la Policía de la Ciudad se desplazó al lugar y encontró ya sin vida a Zoe López García.
El autor del ataque quedó detenido y a disposición del Juzgado Nacional Criminal Correccional Nro. 11, imputado, en principio, por el «homicidio calificado», en una causa que se prevé que sume varios agravantes al tratarse de un transfemicidio.
Zoe, «la gran madre de una enorme familia»
Las palabras de las amigas y conocidas de Zoe inundaron las redes sociales y los medios al recordar a su compañera y referente. Su trabajo en el Hotel Gondolín a lo largo de los años fue lo que la convirtió en «la gran madre de una enorme familia, con muchísimas hijas y sobrinas», como dijo la psicóloga social, activista travesti y amiga de la adolescencia de Zoe, Marlene Wayar.
«Estamos en shock y en este dolor tan fuerte que nos pega como comunidad, porque los travestis y los transfemicidios siguen siendo esporádicos, pero están ahí y no paramos de contar a nuestras hermanas que se mueren», manifestó la directora teatral y activista Daniela Ruiz, amiga de Zoe desde los 14 años.
A su vez, se refirió a Zoe López como una persona «muy compañera, muy hermana» que «siempre acompañaba, escuchaba y comprendía la situación de cada una». «Cuando estábamos en Salta crecimos juntas en la zona roja, y crecimos también en el activismo y la lucha de los derechos», agregó.
Marlene Wayar resaltó el paso de López paso por la residencia que albergó a decenas de personas pertenecientes a la comunidad. «Se han construido lazos de amor y cuidado muy fuertes. Ella era la madre, la referente, la que más empeño y mayor capacidad de amor tenía para ser presidenta, en términos burocráticos, pero en el corazón de las chicas funcionaba como mamá y como tía», explicó.
Al igual que con Ruiz, ambas amigas se conocieron cuando tenían 14 años, lo que las llevó a atravesar «mil situaciones», incluso acompañarse en la enfermedad cuando Zoe López padeció tuberculosis. «Pudo salir de eso y de muchas otras cosas. A los 18, pudo establecerse en uno de los hoteles de Palermo, donde vivíamos todas por primera vez, porque antes era menor de edad, pero desde los 12 estaba en la calle», recordó.
«Desde muy chica estuvo en la calle y con una energía muy amorosa para construir el vínculo, que se arme una mesa, que hagamos una olla, nos sentemos a comer juntas, o armemos una fiesta», destacó su amiga.
Y agregó: «Ella buscaba siempre esos otros espacios en donde seamos un grupo, manada o comunidad construyendo otras cosas a la alternativa que se nos propone, no quedarse conforme, con la base de la comunidad del grupo y la familia».
Asimismo, Zoe trabajaba en el comedor de la Casa Rosada desde el 2021, luego de la promulgación de la Ley de Cupo Travesti Trans.
En este sentido, Ruiz recordó que «cuando ella ingresó al Estado, a la Casa Rosada, ella siempre me decía lo mismo: ‘Ahora voy a poder ser feliz porque voy a poder ganar mi dinero'».
En un video publicado en X por la Casa Rosada el 15 de julio pasado Zoe había dicho: «Este lugar realmente es muy importante. Este espacio me dio y me cambió la vida». «Acá me abrieron la puerta y rompí todas esas barreras, porque antes, a mí la policía me abría las puertas de los patrulleros, de los calabozos, y acá me abrió la puerta la policía para poder entrar en mi trabajo, un trabajo formal y registrado», completó.
Consultada sobre el vínculo de Zoe con su pareja y transfemicida, Wayar señaló que «todas las chicas que estaban a su alrededor le dijeron algo respecto a que había demasiada violencia en el vínculo».
«Esto seguramente será también la posibilidad de un aprendizaje colectivo, en el que más allá de nuestra necesidad de construir esos vínculos, tenemos que escuchar a nuestras personas alrededor cuando nos dicen que algo no está bien», apuntó.
Por su parte, el periodista Franco Torchia, quien conocía a Zoe desde hacía aproximadamente cinco años, se refirió al «derecho al noviazgo» para las identidades trans y travestis como algo que «no solo no es un derecho conquistado, sino que de estar cerca de ser conquistado es una garantía de muerte». Esto ocurre ya que «además de toda la violencia estructural, el campo de batalla de las identidades trans y travestis está en el interior que habitan con las afectividades».
En este sentido, «los novios, las parejas, los compañeros de las travestis y trans muy a menudo suelen ser sus propios asesinos, sus propios transfemicidas y travesticidas».
Por su parte, la ministra la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, sostuvo en su cuenta de X: «a Zoe López la mató brutalmente su pareja. Era la administradora del Hotel Gondolín, un hogar que salvó la vida de cientos de compañeras».
«Nos invade la bronca, la indignación y la injusticia. Fue travesticidio. Y desde el @mingenerosar vamos a insistir para que haya justicia».