Las cenizas de Hebe de Bonafini fueron colocadas al pie de uno de los arbustos que rodean a la Pirámide de la Plaza de Mayo, un lugar emblemático de todas las luchas que la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo encaró en defensa de los derechos humanos desde 1977, en plena dictadura cívico militar, y continuó hasta su muerte. Una multitud se acercó a despedir a la madre del pueblo argentino.
Hebe falleció el domingo pasado a los 93 años y este jueves volvió a ser parte -como lo hizo cada jueves de las últimas décadas- de la histórica ronda de las Madres, la número 2328. La vuelta esta vez debió realizarse en las calles periféricas por la enorme presencia de jóvenes y columnas de organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, militantes, dirigentes y funcionarios del Frente de Todos (FdT).
Continuar la lucha
«Continuemos con la lucha para que de una vez por todas podamos construir esa Patria justa, libre, soberana, equitativa e igualitaria; compañeros continuemos el camino», pidió sentada desde un escenario Sara Mrad, una de las cinco Madres que materializó el deseo de Hebe de que sus restos descansaran en la histórica Plaza.
También, el militante Demetrio Iramain exhortó a «reivindicar y defender» a Bonafini, pidió no «inventar una Hebe a la medida» de cada uno y llamó a «luchar como ella» y a materializar la última convocatoria de la presidenta de Madres: «Una pueblada contra el partido judicial, un 19 y 20 de diciembre» contra los magistrados que «quieren encarcelar a Cristina (Fernández de Kirchner) y nos quieren dejar sin el sueño de volver a ser felices».
Bajo un sol arrasador y un calor agobiante, desde temprano los alrededores de la Casa Rosada se poblaron con militantes que convocaron a ser parte de un tributo, pero no de una despedida, porque «la lucha continúa», fiel al pedido que la propia Hebe había hecho sobre «no llorar» su partida.
Ni un paso atrás
Poco antes de las 15.30, la camioneta blanca con la leyenda «Ni un paso atrás» llevó hasta la Pirámide de Mayo a las madres Mrad; Josefa Fiore (91 años); Visitación de Loyola (98 años); Carmen Arias; Irene de Chueque, acompañadas por Iramain.
En medio de aplausos, abrazos y cantos, las mujeres fueron recibidas allí por el gobernador Axel Kicillof; el ministro bonaerense Andrés Larroque; y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti.
Después, en una ceremonia sencilla y emotiva, las cenizas de Bonafini fueron colocadas -junto a un rosario que le había regalado el Papa Francisco- al pie de uno de los arbustos del pequeño jardín circundante a la Pirámide, donde también se pusieron rosas blancas y una planta de jazmín.
Hebe no se fue
«Hebe no se fue, está con nosotros», dijo más tarde con la ternura de sus 98 años en la voz Visitación de Loyola, desde el escenario, frente a una multitud conmovida que replicó en su gestualidad uno de los lemas de Bonafini: «Amor con amor se paga».
Ramos de flores fueron colgados en las rejas y todo el perímetro de rejas alrededor de la Pirámide también plasmó con fotos distintos momentos de la vida de Hebe, muchos junto a Néstor y Cristina Kirchner y también acompañada por jóvenes militantes.
El padre Paco, de Curas en Opción por los Pobres, también fue parte del homenaje con un mensaje en el que expresó: «Hay dolor en nuestro corazón y lágrimas en los ojos, pero no tristeza, vinimos a despedirte en esta plaza que ustedes, las Madres, hicieron gloriosa».
Fuente: Agencia Télam