La lectura política de la Vicepresidenta tuvo su ratificación en las urnas, tanto en 2019 como en 2021, a criterio de sus seguidores. Los competidores de la fórmula presidencial pugnan ahora por refutar las hipótesis derrotistas. | Por Fabián Waldman
Aciertos en el 19 y en el 21
«Hay que alinear tarifas, precios y salarios el año próximo. No se pueden llevar la ganancia los cuatro vivos de siempre». Esa frase de Cristina Fernández de Kirchner, enunciada el 18 de diciembre de 2020 en La Plata, aún retumba en los oídos de aquellos que han sido críticos a lo largo del gobierno del Frente de Todos. Fueron la antesala del resultado electoral de medio término, cuando en agosto de 2021 los números “le dieron la derecha” a Cristina.
A eso le sucedió la crisis más grave dentro de Casa Rosada, con la renuncia puesta a disposición por los ministros Eduardo Wado de Pedro, Roberto Salvarezza, Martín Soria, Tristán Bauer y Juan Cabandié. Hicieron lo propio Luana Volnovich, Fernanda Raverta y Pablo Ceriani. Salvarezza, que era ministro de Ciencia y Tecnología, fue el único desplazado y pasó a ocupar la Presidencia de YPF.Tec. La estrategia electoral no alcanzó a revertir los tiros en el pie, como la fiesta de Olivos y el vacunatorio VIP, sumados a la Pandemia y la falta de recuperación del salario luego de la pérdida de casi 20 puntos durante el macrismo. En 2019, la definición política fue acertada y consiguió derrotar a Mauricio Macri, pero el derrotero seguido por el gobierno del Frente de Todos no respondió a las expectativas acumuladas.
A 32 meses de aquellas palabras en el estadio Diego Armando Maradona de La Plata, ese pronóstico acertado sobrevuela la escena. A 4 días de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, la palabra que más se escucha en los pasillos que recorren los funcionarios y dirigentes del oficialismo es incertidumbre. La apatía por la jornada que se vivirá el próximo domingo tiene como antecedente el faltazo de los votantes del Frente de Todos en 2021 y la concurrencia disminuida en cada una de las provincias este año. La búsqueda de aquellos que no vieron cristalizadas sus esperanzas en el gobierno de los Fernández son el bocado más apetecido en la recta final.
Cristina sí o Cristina no
Se escucharon voces estas semanas reclamando la presencia de la Vicepresidenta en la campaña. La senadora Juliana Di Tullio tomó la posta y respondió: “no es candidata”. Pero el silencio de Cristina, Máximo Kirchner y Wado de Pedro suena fuerte en las últimas semanas. Dirigentes cercanos a ellos, como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, o el senador Oscar Parrilli mantienen la misma tesitura. La última aparición de Cristina en público fue hace un mes, el 9 de julio pasado, en la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner. A través de las redes fue el último jueves cuando subió un video junto al intendente Fernando Espinosa, y ayer posteó un fragmento de la nota que Macri le concedió a TN para refutarlo con ironía.
“Yo utilizaría a Cristina”. Para un consultor que conoce el paño, la ausencia de la dos veces Presidenta le quita volumen al voto peronista. ¿Creer que el voto propio, el “cristinista”, está asegurado e ir por el más alejado es la estrategia? Desde la Jefatura de Campaña de UxP se tomó la decisión anoche de ir en búsqueda del voto independiente y, por eso, no estará en el escenario del Teatro Argentino de La Plata mañana, a las 18. Habrá que remontarse décadas para buscar una situación similar. Será la primera oportunidad en la que su centralidad se vea desplazada de un cierre nacional. ¿Servirá “edulcorar” el mensaje, “ocultar” a la líder del sector más importante de UxP? El discurso adoptado por Agustín Rossi en las últimas horas llamando a ideologizar la campaña se da de bruces con este enunciado.
La definición en conjunto de la fórmula con el paso al costado de Wado causó bronca en el sector más identificado con la Vice. “Si ella pudo ceder y apostar a Sergio, ¿quién puede cuestionar su decisión?”. Esta es la contestación que llega desde el entorno de la titular del Senado. Habrá acertado o será este domingo una jornada amarga para el peronismo. En todo caso, la líder más importante del espacio tomó una decisión y cargará para bien o para mal con esa mochila.
Mientras tanto, Alberto Fernández reivindica su gobierno con recorridas por obras, junto a ministros, gobernadores e intendentes. Sin posibilidad de inaugurar obras, el primer mandatario se comunica con la ciudadanía a través de Instagram, respondiendo preguntas de distinto calibre. Hace más de un año, desde un despacho cercano al Presidente confiaban a La Patriada: «lo que más bronca me da es que les vamos a dejar el gasoducto y todo el desarrollo por delante». Lo decían cuando el panorama aparecía bastante más oscuro que hoy. Ya sea por cualidades propias o la impericia de la oposición, UxP alcanzó un pulmotor y sigue con vida.
Afiches, votos y tarifas
Massa y Rossi recurren al pedido de disculpas por la falta de resultados. Piden perdón por no haber cumplido el compromiso asumido el 10 de diciembre de 2019. Pero al mismo tiempo afirman que no debe haber vergüenza para ir por el voto, mirar a la cara al ciudadano y explicar claramente que se vienen tiempos mejores. Rossi lo reitera a los cuatro vientos: «a partir de noviembre estaremos con otro panorama, la entrada de dólares permitirá controlar la variable e influencia de la moneda norteamericana».
Massa recorre el país y, en cada acto, recita la biblia de UxP, que asegura sostener los derechos por los cuales viene la oposición, reivindica el Estado y lo contrapone a los otros tres candidatos con el mismo proyecto. Incorporó también, frente a los trabajadores, la promesa de la suma fija y el monotributo social en los últimos días, como anuncio post PASO. “No debe prometer demasiado”, indica un ex asesor bajo la especulación de que esta edición del “plan platita”, como se bautiza desde los medios hegemónicos la posible recomposición salarial, no representa un manotazo de ahogado.
Desde el norte del AMBA, un intendente del peronismo se sincera. Sus números le dan una ventaja similar a la obtenida en 2021, pero le tiene temor al posible ausentismo del domingo. Supone que la gente no va a ir a votar por el “fastidio generalizado”: la inflación, la inseguridad y “el último aumento de tarifas de luz y gas”.
En el oeste, otro cacique indica: “Acá, la nacional nos tira para abajo, nosotros tenemos que empujar para arriba a Sergio porque él no tiene problemas”. En otros municipios, el jefe territorial no aparece en cartelería profusa junto al ministro de Economía, que parece estar oculto. Cumplen en lo formal pero no le suman épica. Pocas pintadas y sin consignas a la vista para el candidato. En Ezeiza, donde aspiran a la continuidad de la familia Granados, las gráficas solo muestran los rostros del padre Alejandro y el hijo Gastón. Sin un trabajo que diferencie los barrios donde hubo más presentismo de aquellos con menos, otro intendente asegura: “Hacemos todo por igual”.