El gremio La Fraternidad lleva adelante desde la medianoche un paro de 24hs que afectará a casi todo el servicio ferroviario, para reclamar «una recomposición» salarial.
El gremio La Fraternidad lleva adelante desde la medianoche un paro de trenes de 24 horas que afecta a todo el servicio ferroviario, excepto los traslados de larga distancia a Rosario, Mar del Plata, Tucumán y Córdoba, para reclamar «una recomposición» salarial «de lo que se perdió por el aumento inflacionario». En ese marco, se registran largas colas de pasajeros en las paradas de colectivos.
El sindicato de La Fraternidad, que agrupa a los maquinistas que lidera Omar Maturano, adjudicó la responsabilidad de la medida de fuerza al Gobierno, que «no convocó a las partes a la conciliación obligatoria».
«Ratificamos nuestras medidas, tras una reunión en la que no recibimos ofertas, ni fueron recibidos nuestros reclamos. No reclamamos ningún aumento salarial, solo una recomposición de lo que pedimos por el aumento inflacionario, se trata de una actualización», afirmó Maturano esta mañana en declaraciones a Radio de la Ciudad.
La decisión de Maturano se produce en medio de una complicada negociación paritaria. Los otros gremios del sector, como la Unión Ferroviaria (UF), la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos y Puertos (APDFA) y la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA), participarán de la convocatoria a un encuentro este mismo miércoles en la sede del ex Ministerio de Trabajo.
La actual Secretaría de Trabajo dejó trascender que hasta el momento se acordó un aumento del 16 por ciento a los salarios brutos y que las negociaciones siguen abiertas. Maturano no comparte este criterio y durante la noche ratificó la medida de fuerza que, como única excepción, no incluirá a los servicios de trenes de larga distancia.
En un comunicado, Transporte criticó la medida de fuerza convocada por la Fraternidad, en contraposición a otros gremios ferroviarios. «Resulta inentendible la medida de fuerza por parte de La Fraternidad, que conlleva una mala fe negocial al encontrarse en plena vigencia la mesa de negociaciones paritarias, inclusive habiendo llegado, a principio del mes, a resultados positivos en los acuerdos», apuntó en el texto.