La caída del consumo interno, el aumento de los costos de servicios y la dificultad para exportar debido a un dólar poco competitivo pusieron al sector al borde de la subsistencia.
Mientras Javier Milei sostiene que la recesión terminó y la economía comienza a mostrar signos de recuperación, la situación en el sector de las pequeñas y medianas empresas muestra un escenario preocupante, tanto que en lo que va del año 16.500 pymes cerraron, de acuerdo con un informe del Frente Productivo Nacional.
Este dato se complementa con el cierre de 10.000 kioscos y almacenes y la pérdida de 160.000 puestos de trabajo en el sector.
La caída del consumo interno, el aumento de los costos de servicios y la dificultad para exportar debido a un dólar poco competitivo han puesto a las pymes al borde de la subsistencia.
Desde la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) aseguran que la segunda mitad del año ha sido especialmente dura para las pymes. Entre julio y octubre, otras 6.500 empresas dejaron de operar, sumándose a las 10.000 que ya habían cerrado en el primer semestre, indicó la agencia Noticias Argentinas.
La situación está vinculada a la continua contracción de la demanda interna, que golpea de lleno en las ventas de comercios minoristas y servicios.
La falta de dinamismo en el mercado interno se evidencia también en el consumo de productos de primera necesidad, como ejemplo, el de carne vacuna, que cayó un 12,3% en los primeros nueve meses del año, según un relevamiento de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), alcanzando el nivel más bajo en 26 años.