Oct 13 2024
Oct 13 2024

«Cientificidio», la consecuencia del ajuste de Milei en los fondos para ciencia y tecnología

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Por Guillermo Lipis

El proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el Gobierno contempla una reducción en la inversión científica del 34,5% desde 2023 en términos reales, a lo que se suma la suspensión de la Ley de Financiamiento, que lleva ese deterioro al 55,4%. Ex funcionarios, sindicalistas e investigadores aseguran que este camino lleva a la «ignorancia» y a un «éxodo de profesionales».

El Presupuesto 2025 presentado por el presidente Javier Milei ante el Congreso Nacional muestra un ajuste dramático de los recursos destinados al sector de Ciencia y Tecnología, que cae a niveles de 2002 y que se desentiende de la matriz científica y tecnológica que el país había adquirido aun a pesar de grandes dificultades que la ciencia atravesaba.

Daniel Filmus, ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación y actual director del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), consideró, en declaraciones a La Patriada Web, que «el presupuesto que presentó el gobierno nacional es de una gravedad inusitada».

«No solo por lo que está expresado en los números, sino porque suspende la aplicación de leyes que fueron votadas por unanimidad en el Congreso para garantizar un financiamiento mínimo en materia de ciencia y tecnología, educación y educación técnica«, explicó.

En efecto, el artículo 27 del proyecto de llamada «Ley de leyes«, enviada al Congreso de la Nación, considera que «en el marco de la emergencia pública declarada por la Ley Bases» se suspende el cumplimiento de los artículos 5º, 6º y 7º de la Ley Nº 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación«, que tiene como finalidad imponer un incremento sostenido en el presupuesto destinado a la materia.

Contradictoriamente a lo enunciado por el Presidente, Filmus cree que si Javier Milei quiere que la Argentina sea «como los países desarrollados que menciona» en sus discursos, «tiene que hacer lo que hicieron» esas naciones, «que no venden materias primas, sino que están basados en la ciencia y tecnología. El camino es todo lo contrario: no es ignorancia«, aseveró.

Según un estudio hecho por el Grupo EPC-CIICTI, el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo implica una contracción real del 9,4% del Presupuesto de la Administración Pública Nacional y una caída de la Función Ciencia y Tecnología (FCyT) que la ubicará en el 0,2% del PBI, el menor guarismo en diez años y equiparable al de 2002.

En este escenario, indicó el informe, «el Conicet recibirá un 41% menos de fondos en comparación con 2024; la Agencia I+D+I, que financia los proyectos científicos, verá sus fondos reducirse en un 67%; el INTI, un 46%; el INTA, un 39,6%; la CONAE, un 40% y el Banco Nacional de Datos Genéticos, un 50,4%”.

Así, el Presupuesto 2025 representa una caída de la inversión del 33,5% en ciencia y tecnología y del 45,1% en educación respecto de lo que se invirtió en 2023 a valores constantes.

Una situación dramática

Para Jorge Geffner, investigador superior del Conicet y Premio Konex de Platino 2023, «no hay otra manera de pintar» a la situación de la ciencia en la Argentina como «dramática».

Geffner integra la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología de Argentina (RAICYT), conformada por más de 400 directores de organismos de Ciencia y Técnica distribuidos en todo el país. Sus miembros pertenecen al Conicet, a universidades y otras instituciones científico tecnológicas nacionales, y el objetivo central a la Red «es defender el sistema científico tecnológico nacional» porque, aseguran, «sin ciencia no hay un futuro promisorio posible para el desarrollo de nuestro país».

Desde la convergencia en RAICYT, entonces, Geffner sintetiza la problemática común que atraviesan todos los institutos y, por ende, el sistema científico público: «Es dramático y lo venimos reclamando de la manera más fuerte posible», dijo a La Patriada Web.

Y agrega: «Estamos transitando un éxodo de jóvenes investigadores que son la base del sistema. Y este es un éxodo que, en poquitos meses, va a transformarse en algo masivo«.

Geffner, que es doctor en Bioquímica, profesor titular de Inmunología y director del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), destacó algunas consecuencias del «ajuste infernal que impone el gobierno«.

“Una vez que un profesional -médico, ingeniero, agrónomo, etc.- se recibe en la facultad, su primer paso es hacer un doctorado. Y una vez que lo termina, se postula para ingresar a la carrera de investigador del Conicet, que hoy está cerrada, absolutamente clausurada«, relató.

La Patriada Web: ¿Eso significa que no hay nuevos ingresos?

Jorge Geffner: No, no hay. Incluso no hay incorporaciones que suplan cargos de investigadores que se han jubilado o renunciado, que en este año ya superan los 500 profesionales. Estamos sufriendo un achicamiento en la planta de investigadores del Conicet y están negando la posibilidad de continuar su carrera a gente formada en universidades públicas. Por otra parte, está paralizada la Agencia Nacional de Promoción de la Ciencia y la Investigación Científica (Agencia I+D+i), que debería financiar los proyectos que ya han sido evaluados y aprobados. Y, por otro lado, han suspendido los llamados a presentación de nuevos proyectos. Este panorama significa que la principal canilla que tiene el Estado para financiar proyectos de investigación tiene sus programas absolutamente suspendidos. En la práctica, implica no sólo que no hay ingresos a la carrera de investigador, sino que tampoco hay fondos para los equipos que ya están funcionando, salvo un par de programas que quedaron en marcha.

La Patriada Web: ¿Cómo cree que seguirá esto?

Jorge Geffner: Nunca vi una situación como la actual. Y mirá que yo ya soy grande y viví la época de ajuste de Carlos Menem y Domingo Cavallo, pero este ajuste es claramente superior y peor. Todo es un combo que hace que la gente joven no encuentre horizonte alguno en el país. En el exterior hay cada vez más inversión en ciencia y técnica, así que nuestros investigadores buscan insertarse en posdoctorados de Europa, Australia, Nueva Zelanda, en países vecinos como Brasil, Chile y Uruguay, o incluso en los países con los que este gobierno se identifica, como Estados Unidos, Japón o Israel, donde cada vez se invierte más en ciencia y técnica.

Peor que en 2001

Rafael Lajmanovich, investigador principal del Conicet y docente en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la sede Santa Fe de la Universidad Nacional del Litoral, coincide con Geffner y agrega un dato a la complicada realidad que vive la ciencia argentina.

«He vivido varias crisis, sobre todo la de 2001, pero ésta es muchísimo más fuerte porque encuentra al Conicet muy relacionado con la universidad pública. Es muy difícil de separarlo de ella», resaltó.

Y agregó: «La mayoría de los investigadores somos profesores y, justamente eso, ha permitido un crecimiento exponencial en las carreras universitarias y en la formación de profesionales que, seguramente, serán impactadas por desfinanciamiento».

Lajmanovich evaluó que la repercusión será «a largo plazo, como siempre ocurre en temas relacionados a educación y ciencia».

«Estas malas políticas se van a reflejar dentro de varios años, cuando desciendan las matrículas, falten profesionales o su formación no sea acorde a las necesidades del país o de las regiones», explicó.

Están ejecutando un «cientificidio»

Para Damián Furman, delegado ATE CONICET e integrante de Jóvenes Científicos Precarizados, el Presupuesto 2025 para Ciencia y Técnica «contempla un ajuste aún mayor que el que estamos sufriendo, con más despidos, menos becas y prácticamente un nulo financiamiento a proyectos de investigación».

En términos reales, Furman afirmó a La Patriada Web que el Conicet «reduciría su presupuesto en más de un 40%, mientras que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (ANPCyT), que otorga la gran mayoría de los proyectos de financiamiento y cuya presidenta recientemente discontinuó la gran mayoría de los programas vigentes, bajaría sus fondos en un 67%».

Por eso, sostuvo, no hay otro calificativo para esta situación que «cientificidio«.

Frente a esa realidad, ATE CONICET prepara una «jornada nacional de lucha» para este jueves, desde las 10,30, frente a la Jefatura de Gabinete y en la porteña Plaza de Mayo «a un año del congelamiento de los ingresos al organismo y en vísperas de un nuevo vencimiento de los contratos del personal administrativo».

En la ciudad de Buenos Aires, la protesta se realizará ante la sede de la Jefatura de Gabinete, donde reclamarán a Guillermo Francos que habilite «la efectivización de 1.000 cargos ya concursados y aprobados correspondientes a investigadores y profesionales altamente calificados, y la renovación de todos los contratos del organismo».

«Hay 1.000 ingresos a cargos de Carrera de Investigación Científica y Carrera de Personal de Apoyo congelados hace más de un año, 900 contratos de personal administrativo que vencen a fin de mes, más de 600 trabajadores despedidos bajo la nueva gestión, sumado a una pérdida salarial de más del 25%, y al ahogamiento presupuestario que paraliza las investigaciones», advirtieron.

Y agregaron: «Estas condiciones, particularmente la inestabilidad laboral y degradación salarial, motivan cotidianamente la renuncia de trabajadores del organismo, tanto los trabajadores precarizados (becarios y personal administrativo) como personal de planta (investigadores y profesionales técnicos). El proyecto de Presupuesto 2025, que en términos reales prevé un ajuste generalizado y en particular una reducción en el presupuesto de ciencia y tecnología, indica que el deterioro se profundizará el año próximo«.

2025, con menos universidades y ciencia

Un análisis realizado por el CIICTI reportó que el proyecto de Presupuesto 2025 contempla una caída de la Función Ciencia y Tecnología del 34,5% desde 2023 en términos reales. A la vez, suspende la aplicación de la Ley de Financiamiento de CTI, lo que representa un deterioro del 55,4% respecto de lo indicado por ley. También las partidas que el gobierno nacional le asignará a las universidades públicas y a los organismos de ciencia y tecnología profundizarán la pérdida de inversión desde el Estado.

El CIICTI realizó tres advertencias:

1- El proyecto presentado por el Ejecutivo implica una caída de la Función Ciencia y Tecnología que la ubicará en el 0,2% del PBI, el menor guarismo en diez años y equiparable al del año 2002.

2- En la iniciativa, la Función Ciencia y Tecnología del presupuesto se encuentra un 55,4% por debajo de lo indicado por la Ley 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de CTI (que prescribía un 0,39% para 2024 y 0,45% del PBI para 2025).

3- En 2025, se profundizará el grave daño presupuestario a los organismos de ciencia: CONICET: -41% Agencia I+D+i: -67% INTI: -46.6% INTA: -39.6% CONAE: -40% Banco Nacional de Datos Genéticos: -50.4%

¿Hasta cuándo resistirá el sistema científico tecnológico nacional? Una pregunta que, al menos por ahora, nadie sabe responder.

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