Por Camil Straschnoy
Neonazis, neofascistas y neoconfederados son algunos de los movimientos del supremacismo blanco que se encolumnan detrás del magnate de cara a los comicios del 5 de noviembre
Cuatro años después de asaltar el Congreso de Estados Unidos para intentar revertir la derrota electoral de Donald Trump, los grupos de extrema derecha están otra vez de vuelta. Envalentonados por los mensajes ultranacionalistas, antiinmigrante y xenofóbicos del candidato republicano, regresaron a la escena pública durante esta campaña con los objetivos de convertirse nuevamente en una fuerza de choque legitimada por el poder y obtener indultos por parte de la Casa Blanca.
Neonazis, neofascistas y neoconfederados son algunos de los movimientos del supremacismo blanco de la alt-right o derecha alternativa que se encolumnan detrás del magnate de cara a los comicios del 5 de noviembre. Lejos de esconderse, sus banderas y otros símbolos son cada vez más visibles en actos, aunque su principal lugar de operaciones sigue siendo el servicio de mensajería Telegram y foros de internet.
Muchos de estos grupos sostienen grandes teorías conspirativas, como el QAnon, que detalla una presunta trama en la que Trump lucha contra una red de pedofilia que involucra a actores de Hollywood y a dirigentes del Partido Demócrata. Todos creen que al ex presidente le robaron la reelección en los comicios de 2020 que ganó Joe Biden, aunque nunca se presentaron pruebas del presunto fraude.
Trump mismo lo repitió hasta el cansancio y asegura ser blanco de “una caza de brujas” por las condenas judiciales y las múltiples causas abiertas, en una victimización que sus partidarios acérrimos avalan, retroalimentando el conspiracionismo. El caso más importante contra el ex mandatario es por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, aunque la Corte Suprema, de mayoría conservadora tras la inclusión de tres jueces nominados por él, le dio una mano al postergar el inicio del juicio hasta después de las elecciones.
Una organización que tuvo un rol fundamental en el ataque al edificio legislativo es Proud Boys. Desde entonces, cuatro de sus entonces líderes fueron condenados a al menos 15 años de prisión y otros 70 miembros fueron acusados en la justicia. Pero esto no los frenó: se reconstruyeron y ya tienen la promesa de indultos por parte del magnate si vence a Kamala Harris.
De acuerdo a una investigación de la agencia de noticias Reuters, que incluyó entrevistas a varios seguidores, este reagrupamiento incluyó cambios en su estructura para hacerlos menos vulnerables al control de las fuerzas de seguridad. Así, por ejemplo, eliminaron los rangos superiores y operan con filiales más autónomas en más de 40 estados del país.
“Estos grupos (de ultraderecha) nunca desaparecieron realmente. Hemos visto un aumento de la actividad desde que las elecciones entraron en pleno apogeo. Una de las cuestiones más importantes a destacar es el resurgimiento y la organización de las secciones de los Proud Boys”, analizó a La Patriada Web Wendy Via, cofundadora de la ONG Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE).
“Dado su destacado papel en la insurrección del 6 de enero y la condena a sus líderes y otros miembros, los expertos creían en general que no volverían. Pero lo han hecho y son bastante activos, aunque están mucho más descentralizados”, añadió una de las referentes de la organización creada en 2020 para denunciar los movimientos transnacionales de odio y extrema derecha.
Desde el ataque en Washington DC, las organizaciones y milicias de ultraderecha “trabajaron para legitimar la insurrección, pintar el odio como virtuoso y transformar las falsas teorías conspirativas en verdad, todo ello en preparación de una de las elecciones más importantes de la historia de Estados Unidos”, indicó el Southern Poverty Law Center, una organización de defensa de los derechos civiles que registró la existencia de 1.430 grupos de odio en su balance de 2023.
Cifras del crecimiento del odio
En sus estadísticas del año pasado, el FBI recopiló un aumento de los incidentes y ofensas de crímenes de odio. La cantidad de víctimas por estos actos pasaron de 13.771 a 14.416, con casi la mitad (52,6%) motivadas por cuestiones de raza o etnia, 22,5% por religión y 18,4% por orientación sexual, entre las categorías más comunes.
Esas cifran cuantifican que la demonización de los inmigrantes no blancos es la retórica y acción más repetida entre los extremistas. “Deportación masiva ahora”, rezaron algunos letreros en la última convención republicana, mientras que grupos neonazis como Blood Tribe (Tribu de sangre) o Patriotic Front (Frente Patriótico) marcharon con esvásticas y rifles en Springfield, Ohio. Lejos de reducir tensiones, Trump apuntó falsamente que en esa localidad hay miembros de la comunidad haitiana que comen sus mascotas, lo que amplificó el mensaje racista.
“No creo que la agenda de odio de los grupos de extrema derecha haya cambiado nunca realmente, pero el movimiento aprovecha las oportunidades narrativas para difundir el fanatismo y el miedo, como la falsa narrativa sobre los inmigrantes haitianos. La agenda de la extrema derecha siempre ha consistido en marginar a las personas de color, los inmigrantes, las mujeres, las personas LGBTQ+, el antisemitismo, la islamofobia y minorías religiosas, entre otros. La agenda de la extrema derecha consiste en excluir a las personas de la sociedad y reducir sus derechos”, señaló Via a este medio.
“El sentimiento antiinmigración que se ha vuelto cada vez más común es muy preocupante, pero no sorprende. Los inmigrantes han sido utilizados durante mucho tiempo como chivos expiatorios de los problemas sociales de Estados Unidos, en particular los inmigrantes chinos, irlandeses e italianos desde el siglo XIX. Es vergonzoso ver cómo se utiliza la misma táctica contra los inmigrantes haitianos, a los que se presenta falsamente como una amenaza existencial para Springfield y más allá”, dijo en sintonía a La Patriada Web Krish O’Mara Vignarajah, titular de la ONG Global Refuge.
“Las falsas narrativas que se han arraigado en nuestro discurso político pueden tener consecuencias peligrosas y potencialmente mortales. En los últimos años se han producido varios tiroteos masivos en Texas, Nueva York y Pensilvania motivados explícitamente por el odio contra los inmigrantes”, continuó.
Y añadió: “Muchos inmigrantes y refugiados se vieron obligados a huir de circunstancias impensables en sus países de origen en busca de una vida mejor y más segura para ellos y sus hijos, por lo que la idea de que puedan enfrentarse a un peligro real simplemente por buscar refugio y construir una nueva vida en un nuevo país es muy preocupante”.
Kamala Harris, centro de ataques racistas y misóginos
Kamala Harris es la primera mujer, negra o de ascendencia surasiática que llega a la vicepresidencia de Estados Unidos y ahora buscará hacer historia al frente de la Casa Blanca. Hija de padres de Jamaica y la India, su candidatura por el Partido Demócrata generó un fuerte aumento de mensajes de racismo y misoginia, especialmente en los foros de internet en los que se mueven los distintos movimientos de supremacismo blanco.
Entre el 19 y el 21 de julio, día en el que Joe Biden se bajó de la carrera, en el sitio 4chan los mensajes de odio contra Harris crecieron 525 por ciento, en Truth Social, la red social creada por Trump tras ser vetado de las principales plataformas, estos ataques aumentaron un 33 por ciento, en Telegram un 50 por ciento y en Rumble (dedicada a streaming de videos, similar a YouTube) un 450 por ciento.
Los mensajes incluyeron un alto contenido de racismo contra negros y surasiáticos y comentarios misóginos que sugerían que la dirigente utilizaba el sexo para avanzar en su carrera, de acuerdo a un relevamiento realizado por GPAHE.
“Hubo muchos comentarios despectivos sobre Harris. Como mujer de color, representa gran parte de lo que la extrema derecha pretende combatir y detener, si pudiera”, manifestó la co-fundadora de esa ONG.
Este regadero de violencia que produce la campaña de Trump no es novedoso. Un estudio de la Universidad del Norte de Texas demostró que en los condados visitados por el republicano de cara a las elecciones de 2016 hubo un incremento del 226% en las denuncias por delitos de odio.
