Mar 22 2025
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Francisco cumplió 12 años de papado, hospitalizado y con dudas sobre el futuro

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Por Silvina Oranges

El religioso argentino, que se convirtió en el primer Papa latinoamericano y jesuita, viene dejando una profunda huella en la historia de la Iglesia y ya avisó que no va a renunciar, tal como hizo su predecesor Benedicto XVI.

Este jueves 13 de marzo el pontificado del argentino Jorge Bergoglio cumple 12 años. El nuevo aniversario lo encuentra hospitalizado y, por primera vez, fuera del Vaticano. Ya lleva 28 días internado en el sanatorio Gemelli, de Roma, con un cuadro inicial de neumonía bilateral, recurrentes broncoespasmos y la necesidad de ventilación mecánica no invasiva que hacen que el pronóstico siga siendo complejo y reservado, aunque en las últimas horas presentó una mejoría.

El argentino que se convirtió en el primer Papa latinoamericano y jesuita, y que viene dejando una profunda huella en la historia de la Iglesia, ya avisó que no va a renunciar –tal como hizo su predecesor Benedicto XVI– pero sí firmó una carta de dimisión preventiva en 2013 en caso de incapacidad física para ejercer el cargo. Por el momento, no es el caso. Para Francisco, el papado es para toda la vida. No obstante, la internación prolongada y lo que se espera sea una larga convalecencia marcarán un antes y un después en su modo de conducir los destinos de la Iglesia católica.

Papa

Desde el último piso del denominado «hospital de los papas», Francisco sigue llevando adelante las riendas de la Iglesia. En su habitación, alterna momentos de terapias, descanso, lectura y oración. Recibe solo visitas de cardenales de la Santa Sede para coordinar acciones de trabajo y mantiene comunicación epistolar con otros colaboradores.

Desde 2022 el Papa se moviliza en silla de ruedas, con andador o bastón, debido a un problema en la rodilla derecha, y en los últimos meses, tuvo dos caídas en la residencia Santa Marta, donde vive desde el inicio de su pontificado, alejado del Palacio Pontificio que usaron sus predecesores.

Muchos sectores conservadores, aun dentro de la iglesia, anhelan su renuncia, alientan rumores de un posible alejamiento y estimulan los aires de un cónclave en el Vaticano para elegir a su sucesor. En medio de las «fake news», el Papa –desde su internación- exigió transparencia con los medios de comunicación y los fieles en general sobre su situación de salud. Por esa razón, hay comunicados diarios sobre su estado, que muestran los avances y los retrocesos del cuadro.

Con 88 años, Francisco cumple 12 de pontificado sin haber regresado a Argentina, su país natal; desde 2013, cuando abandonó la ciudad de Buenos Aires con pocas pertenencias a cuestas para participar del cónclave que elegiría al sucesor de Benedicto XVI. Pensaba que regresaría pronto para presidir las celebraciones de la Semana Santa. Aún se lo espera.

Entre sus últimas acciones de gobierno, el Papa sigue demostrando que quiere profundizar el camino de las reformas que marcarán a futuro el devenir de la Iglesia católica. En diciembre de 2024, amplió el Colegio Cardenalicio, creando nuevos cardenales, sobre todo del ala renovadora, con el objetivo de que implementen sus planes de reforma. Son quienes pueden votar en un futuro cónclave a su sucesor.

Durante su internación, Francisco designó a una mujer en uno de los puestos más altos dentro del Vaticano. Se trata de Raffaella Petrini, una monja franciscana de 56 años, a quien nombró como nueva presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y presidenta de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, un cargo reservado hasta el momento para los cardenales.

En enero, había nombrado a otra mujer, Simona Brambilla, como la primera prefecta al frente del Dicasterio para la Vida Consagrada. De esta manera, materializa su deseo de lograr una mayor igualdad entre hombres y mujeres dentro del funcionamiento de la Iglesia, así como garantizar una participación más plena de las mujeres en los puestos de gobierno de la Iglesia.

Según un relevamiento hecho por Vatican News, durante los 12 años de pontificado de Francisco se registró un importante aumento en el porcentaje de mujeres que trabajan en el Vaticano, incluyendo puestos de liderazgo. Según ese reporte, la cifra pasó de 19,3% en 2013 a 23,4% en la actualidad. En la Curia, en tanto, el porcentaje de mujeres asciende a 26%.

Una revolución cultural

El Papa «venido del fin del mundo» –como él mismo se definió la noche del 13 de marzo de 2013 desde el balcón de San Pedro- es el impulsor de una verdadera revolución cultural dentro de la Iglesia, que empezó a mostrar a los pocos minutos de haber sido elegido.

La elección del nombre –en alusión a San Francisco de Asís– y su decisión de vivir en la residencia de Santa Marta para estar más en contacto con la gente demostraron desde el primer momento que la sencillez, la austeridad y la humildad iban a ser pilares de su pontificado.

Francisco es un Papa de palabras, gestos y acciones. En más de una década, impulsó profundos cambios dentro de la Iglesia que motivaron tensiones internas. Fue atravesado por el dolor de las guerras en todas las partes del planeta; «la tercera guerra mundial a pedazos», como suele decir en sus intervenciones públicas.

Desde su internación, sigue llamando por teléfono al sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza, que se convirtió en refugio de civiles en medio de la guerra en Medio Oriente. En los últimos días, sorprendió con un audio en el que saludaba a los fieles reunidos en Plaza San Pedro. Con voz la cansada y entrecortada, Francisco exhibió, al mismo tiempo, su fragilidad y entereza.

Su mensaje en favor de la justicia social y los pobres es clave en todo su pontificado así como las denominadas «tres T» (tierra, techo y trabajo) que tomaron como bandera organizaciones sociales y comunitarias de todo el mundo, incluidas las de Argentina. Por medio de sus gestos simbólicos y sus acciones concretas, demostró su compromiso con los marginados y los más vulnerables, como los niños y los ancianos.

El primer viaje de su pontificado fue a la isla siciliana de Lampedusa, donde mostró su interés por el flagelo de los inmigrantes y refugiados, muchos de los cuales mueren a diario en el Mar Mediterráneo al intentar ingresar a Europa. Desde allí, clamó por primera vez como Papa contra «la globalización de la indiferencia».

En lo que va de su pontificado hizo 47 visitas apostólicas y estuvo en 66 países. El Papa siempre ha querido priorizar las «periferias», por eso encaró periplos a lugares del mundo con minoría católica, como Egipto o los Emiratos Arabes. En septiembre de 2024, realizó el viaje más largo de su pontificado -12 días- por cuatro países de Asia y Oceanía: Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.

Hasta el momento, nunca llegó a visitar Argentina como Papa.

Francisco buscó impulsar un proceso de renovación institucional de la curia romana, cambió el perfil de los cardenales -que tendrán ahora a su cargo decidir quién será el nuevo pontífice-, y propugnó una mayor participación tanto de laicos como de mujeres. Encaró una «batalla total» contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia y autorizó las bendiciones a parejas homosexuales, entre otras cuestiones que generaron tensiones internas en los sectores más conservadores.

Es un gran impulsor del diálogo interreligioso -práctica que ya llevaba adelante en Buenos Aires- y durante su pontificado quiso resaltar las relaciones con las diferentes religiones, desde la amistad y el respeto, y como un antídoto al extremismo y cualquier tipo de fundamentalismo.

Su frenético ritmo de trabajo está suspendido desde el 14 de febrero cuando debieron hospitalizarlo. Si logra superar sus problemas de salud -muchos analistas adelantan que la convalecencia será larga y, sin dudas- su agitada agenda ya no será la misma. Pero el camino ya está marcado.

Muchas de sus reformas ya son ineludibles para el futuro de la Iglesia. Como escribió el sacerdote Javier Di Benedetto en un texto publicado en sus redes sociales, el papa Francisco «corrió el mojón de los límites que teníamos muchos kilómetros para el lado de la apertura, de la inclusión. Ojalá quien lo suceda lo siga haciendo para el mismo lado, un poco más».

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