Según diversos testigos, Bolsonaro llegó a revisar y modificar el documento que consumaría el golpe e incluso tuvo «pleno conocimiento» de un plan para asesinar, por envenenamiento, a Lula y a otras autoridades brasileñas.
La Fiscalía General de Brasil presentó este martes una denuncia contra el expresidente Jair Bolsonaro por una supuesta conspiración para intentar dar un golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones de 2022.
El líder ultraderechista está acusado por «liderar» la trama golpista, en un documento remitido por la Fiscalía a la Corte Suprema en el que también imputó a otras 33 personas de su entorno, publicó la agencia de noticias EFE.
El Ministerio Público señaló en una nota que los 34 denunciados son acusados de «tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho», «organización para delinquir armada» y «golpe de Estado», entre otros crímenes.
El Supremo decidirá ahora si acepta la querella formulada por el fiscal general, Paulo Gonet, y enjuicia al ex jefe de Estado (2019-2022) y al resto de acusados, entre los que hay militares de alto rango y antiguos ministros, por su supuesta participación en la conspiración golpista.
Bolsonaro, indignado
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, a través de sus abogados, se declaró este martes «indignado» tras la acusación de la Fiscalía de liderar un intento de golpe de Estado, en una denuncia que tachó de «inepta», «fantasiosa» e «incoherente».
Bolsonaro «jamás ha apoyado ningún movimiento que pretenda deconstruir el Estado Democrático de Derecho o las instituciones que lo habilitan», afirmó el abogado Paulo Cunha Bueno en una nota compartida en las redes sociales del exmandatario.
La denuncia de la Fiscalía se basa en una extensa investigación policial que constató la existencia de una trama que buscó mantener en el poder a Bolsonaro y evitar la investidura de Lula, que finalmente ocurrió el 1 de enero de 2023.
Según la Policía Federal, en la trama golpista estuvieron involucrados Bolsonaro y otras 39 personas, entre ellas Braga Netto, general retirado y antiguo ministro de la Presidencia y de Defensa en el Gobierno de Bolsonaro. Braga Netto también fue candidato a vicepresidente de Bolsonaro en 2022.
Durante las diligencias de los dos últimos años, la Policía encontró borradores de decretos para declarar un «estado de sitio«, anular el resultado de los comicios de 2022 e intervenir la Justicia Electoral.
Según diversos testigos, Bolsonaro llegó a revisar y modificar el documento que consumaría el golpe e incluso tuvo «pleno conocimiento» de un plan elaborado por militares díscolos para asesinar, por envenenamiento, a Lula y a otras autoridades brasileñas.
La Fiscalía sostiene que los acusados buscaron «neutralizar» el Supremo y evaluaron «el uso de armas bélicas» contra el juez Alexandre de Moraes, relator del caso en el alto tribunal, y «la muerte por envenenamiento» de Lula.
El plan no se materializó, aunque, como último intento, miles de radicales de extrema derecha invadieron de forma violenta las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo, el 8 de enero de 2023, con la intención de incentivar la intervención de los militares.