«Con el despido de psicólogos y psicólogas, médicos clínicos, psiquiatras, farmacéuticos, trabajadores sociales, enfermeras y enfermeros, el hospital pierde a un tercio de su planta» de profesionales, advirtió el CELS en un planteo legal.
El Poder Judicial autorizó, tras un pedido hecho por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), abrir la feria para analizar un planteo que sostiene que después de los últimos 200 despidos están en grave riesgo la continuidad de los tratamientos y el funcionamiento de todo el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, que fue intervenido por el Gobierno.
Después de los despidos notificados el 16 de enero pasado, el CELS se presentó ante la Justicia para solicitar la habilitación de la feria y que se dicte una medida cautelar que impida al Estado reducir el personal de los diferentes equipos interdisciplinarios, se informó en un comunicado.
«Con el despido de psicólogos y psicólogas, médicos clínicos, psiquiatras, farmacéuticos, trabajadores sociales, enfermeras y enfermeros, el hospital pierde a un tercio de su planta dejando varios servicios sin operar. Por las consecuencias que eso tiene en las personas usuarias del Bonaparte y por la afectación que provoca al derecho a la vida y a la salud pedimos una intervención judicial urgente», indicó el CELS.

Por el ajuste y el vaciamiento que lleva a cabo el Gobierno el Hospital afronta una situación crítica que perjudica el funcionamiento de los servicios de guardia, internación, farmacia, atención y cuidados en la urgencia.
«Eso incumple con las obligaciones del Estado de garantizar el acceso gratuito, igualitario y equitativo a la salud y de asegurar a las personas usuarias la preservación de su salud, según establece la Ley de Salud Mental«, agregó la asociación civil de Derechos Humanos.
Las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei provocaron una «reestructuración» dentro de distintas áreas del Ministerio de Salud, que contempló el despido de 1.400 profesionales, entre ellos los del Hospital Bonaparte.
La medida alcanza a otros espacios que ya sufrieron despidos desde el comienzo de la gestión, como el Hospital Posadas, pero también a otras áreas del propio Ministerio y de PAMI, y otros hospitales como el Español, Sommer, la Superintendencia de Servicios de Salud, Sedronar, entre muchos otros.
En octubre último, cuando el Gobierno intentó el cierre del Bonaparte, argumentó que el hospital atendía a pocas personas, «algo que está alejado de la realidad», negó el CELS.

Durante 2024, el Bonaparte atendió más de 100.000 consultas de manera ambulatoria. Entre ellas hay 1.500 pacientes con consultas farmacológicas por mes, 5.013 atenciones odontológicas y 1.431 análisis de laboratorio. También atendió a 514 pacientes en internación y 482 en salas de observación de Urgencias.
Entre todas las personas usuarias hay niños, niñas y adolescentes que requieren atención de salud mental. El Bonaparte es el único hospital de esa especialidad en el AMBA.