La diputada por La Libertad Avanza habló sobre su visita a los genocidas en el penal de Ezeiza, su «arrepentimiento», y la presentación que decidió hacer «por la búsqueda de la verdad».
Lourdes Arrieta fue una de las diputadas de La Libertad Avanza que asistió, junto a cinco compañeros de bloque, el pasado 11 de julio al penal de Ezeiza, en lo que ella supo que era una «visita humanitaria», y se desligó de tener noción que el encuentro que se estaba realizando era con los genocidas de la última dictadura militar.
En este sentido, la legisladora libertaria indicó que «el diputado Beltrán Benedit» le habló de un sacerdote de apellido Olivera Ravassi, que «siempre decía que eran presos políticos, que no tenían condena», manifestó y agregó: «Hasta que desencadenó todo en lo que ellos llaman una visita humanitaria, pero nunca dijeron que eran represores, sino presos políticos, nadie me advirtió y no reconocí a Astiz».
Arrieta contó en Argenzuela, en diálogo con Jorge Rial, qué fue lo que le dijo Alfredo Astiz: «‘yo sabía que ibas a venir'», fueron las palabras pronunciadas por el genocida. En ese momento, la diputada agregó: «me sentí un poco incómoda. También me dijo que me seguía, no me sacaba la vista de encima», enfatizó.
«Se nos dieron las garantías de que era una visita institucional, oficial, es decir… una comitiva de diputados de la Nación que iban al penal de Ezeiza, fuimos en una combi oficial», detalló Arrieta.
La diputada libertaria indicó que hizo la denuncia «por la búsqueda de la verdad», al conocer la índole de la visita en la que participó y tras señalar que «aparentemente» hubo otra visita anterior, al mismo lugar y con el mismo objetivo.
«Yo propuse que no nos sacáramos ninguna foto por el respeto institucional y por respeto al lugar en sí. Cuando llegamos intuía que nos iban a revisar, no pasó nada y al final dijeron ‘che, saquémonos una foto’. Había quien estaba avalando esa fotografía ahí», manifestó, al mismo tiempo que sostuvo que «pasaron un sobre con el proyecto» para la liberación de los represores.
Dijo que era «consciente» de lo que había ocurrido y que se sentía avergonzada y arrepentida «de haber confiado en los colegas», los cuales le dijeron que «no pasaba nada». Apuntó que esa situación fue originada por su «inexperiencia» dado que el «fenómeno Milei» los «arrastró» a todos: «Fue mi error confiar en la palabra del presidente del bloque Gabriel Bornoroni, porque él dio el aval para esta visita, estaban todos al tanto, porque la invitación estaba hecha en el grupo de WhatsApp de los diputados del bloque», indicó.
La diputada libertaria explicó la razón por la cual salió a dar su versión de los hechos: «Necesitaba hablar porque mi cara estaba en todos los medios y me relacionaban con genocidas. Me esforcé mucho para llegar a este lugar y no tengo más interés que servir a la Patria», indicó.
Además, dijo que «desde el Ejecutivo» habían mandado a un «NN» a decirle que no hable sobre el tema. No obstante, eligió hablar y pidió perdón: «Quiero pedir disculpas por aquellos que se sienten ofendidos, esa foto me causa repulsión», dijo en referencia a la foto con los genocidas, en la que se la ve vestida de naranja y rosa, en el centro de la imagen.
«Era mi reputación o la de ellos, ojalá nunca más pasen estas cosas y tengamos una Argentina democrática», concluyó.