Por Fabián Waldman
El trampolín político fue marcado por su presencia cotidiana, sus contrapuntos con los periodistas acreditados y su defensa acérrima de las acciones gubernamentales le han brindado una imagen de sobrador o «domador» que es dulce de leche en los oídos de los libertarios.
«No creo que exista otro vocero que haya dado tantas conferencias y respondido tantas preguntas». A pesar de la discontinuidad de las presencias de Manuel Adorni frente a los periodistas, algo que comenzó a finales de noviembre de 2024, en su entorno resaltan la cantidad de veces que lo hizo desde que comenzó el gobierno de Javier Milei.
La popularidad obtenida por el actual candidato a legislador porteño del oficialismo se afianzó y lo ubicó como el funcionario con más exposición pública de La Libertad Avanza. Cuenta con una estructura de gobierno a su disposición que se fue agigantando con el correr de los días. Además, tuvo la posibilidad de ubicar a su hermano, Francisco, en el Ministerio de Defensa y ahora aspirar a un cargo en la ciudad de La Plata.
El trampolín político marcado por su presencia cotidiana, sus contrapuntos con los periodistas acreditados y su defensa acérrima de las acciones gubernamentales le han brindado una imagen de sobrador o «domador» que es dulce de leche en los oídos de los libertarios.
«Depende si hay temas que no están del todo cocinados o chequeados». La verificación de la información no es una virtud que pueda destacarse en las presentaciones que suele realizar alrededor de las 11 de la mañana ante la prensa. «Somos meticulosos y profesionales». Esta frase no parece amoldarse a la realidad.
La justificación para la quita de los planes sociales, nuevas inscripciones para recibir remedios de los jubilados o fraudes en la asistencia de los discapacitados son algunos de los temas utilizados por Adorni para dar la llamada «batalla cultural».
La última conferencia de prensa del vocero presidencial fue el 3 de abril pasado. La sala de operaciones del Gobierno es, sin dudas, las presentaciones frente a la sociedad de los anuncios destinados a castigar a la casta o destruir el estado.
«Mirá dónde llegamos sin invertir en publicidad». La frase dicha por una fuente cercana al portavoz trata de consolidar una épica que no es tal, porque el ascenso libertario tuvo el acompañamiento de los principales medios de comunicación. Y Adorni fue a lo largo de 2023, el año de la llegada de Milei al poder, el panelista más invitado. «Eso es porque daba rating», justifica nuestro interlocutor.
«¿Querés que levante un bebé y lo bese?». A sus tareas cotidianas de vocero se le sumó la campaña electoral. Una apuesta hacia el cambio de los ediles porteños que no será similar a las acostumbradas, porque no habrá actos en plazas ni presentaciones en escuelas.
«Las mabeles lo adoran». Van por las mujeres seguidoras de Horacio Rodríguez Larreta; la disputa del voto es cuerpo a cuerpo en la Ciudad. Adoni se limitará a algunas actividades específicas, como la realizada el miércoles con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto a vecinos de Recoleta en un bar.
«Justo esta semana es corta». Los tres días hábiles pasaron sin ninguna presencia del vocero en la sala de conferencias de Casa Rosada. Fueron los días en los que el Gobierno anunció el Día de la Liberación con la destrucción del cepo, la devaluación y una nueva caída del salario.
Adorni expresó que no responderá preguntas vinculadas a la campaña electoral. Sin gestión para mostrar, solo queda como base de sustentación sus polémicas discusiones con los cronistas acreditados en Casa de Gobierno.
Además, dispone de un uso discrecional de la vocería que le permite mantener su exposición y escapar a las definiciones que debería dar como pretendiente a una banca en la Legislatura.
Es probable que las razones por las cuales disminuyeron sus presencias ante la prensa sean dos. La primera es haber alcanzado reconocimiento y presencia en la escena pública y en las redes, y la segunda, no poner en riesgo lo logrado hasta ahora en un momento donde tiene que dar cada vez más explicaciones.
Adorni es también el responsable de los medios públicos, entre ellos, Radio Nacional. En los últimos días tuvo tiempo para avalar el despido de Natalia Maderna, locutora y conductora en Nacional Rock. La decisión del Gobierno fue tomada después de 17 años de pertenecer a la planta permanente de la emisora y luego de haber conseguido un nuevo trabajo en el stream «Buena Vibra» perteneciente al Gobierno de la provincia de Buenos Aires.