La polémica iniciativa fue impulsada por el intendente Guillermo Montenegro, del PRO, y aprobada por el Concejo Deliberante.
El Concejo Deliberante marplatense aprobó días atrás la instalación de un bar y una destilería de gin en un predio donde durante la última dictadura militar funcionó un centro clandestino de detención.
El funcionamiento del local gastronómico en el llamado «Faro de la Memoria» fue una idea del intendente de General Pueyrredón, partido en el que se encuentra ubicada Mar del Plata, y contó con el respaldo de los concejales del PRO -partido al que pertenece el jefe comunal- la UCR y la Coalición Cívica.
Según publicó el portal marplatense 0223.com.ar, el proyecto fue aprobado con el apoyo de los ediles Marianela Romero y Daniel Núñez (UCR), Mercedes Morro y Florencia Ranellucci (Vamos Juntos-Pro) y Angélica González (Coalición Cívica). En tanto, Unión por la Patria, Frente Renovador y Acción Marplatense votaron en contra, mientras que La Libertad Avanza se abstuvo.
La aprobación de la iniciativa impulsada por Montenegro, que fue juez federal y ministro de Seguridad porteño entre 2007 y 2015, se conoció en los mismos días que seis diputados nacionales del gobernante partido La Libertad Avanza (LLA) visitaron en la cárcel a un grupo de genocidas con el aparente objetivo de gestionar, al menos, que puedan gozar del beneficio de la prisión domiciliaria pese a estar condenados judicialmente por haber cometido delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.
El bar y la destilería de gin se ubicarán en el predio de la ex Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM), donde funcionó un centro clandestino de detención que operó en, al menos, tres de los edificios del predio: la “Sala de Comunicaciones”, un chalet ubicado a escasos metros del Faro de Punta Mogotes; “El Polvorín”, un espacio subterráneo, en el terreno en donde se encuentra el Aquarium de Mar del Plata, y el edificio de la propia escuela.
Todos los lugares fueron reconocidos por sobrevivientes y estudiantes de la ESIM durante la inspección de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) en 1984.
En ese centro de reclusión ilegal permanecieron secuestradas personas perseguidas por su militancia política y social, quienes fueron sometidas a torturas y vejámenes, para luego ser liberadas, derivadas a otros centros clandestinos de detención, asesinadas o desaparecidas.
La ESIM formó parte de un circuito criminal que incluyó los centros clandestinos de detención que operaron en la Base Naval y la Prefectura de Mar del Plata, todos bajo la órbita de la Armada Argentina y en coordinación con el Ejército Argentino, la Fuerza Aérea y la Policía Federal Argentina y bonaerense.
Esta estructura represiva se desplegó en al menos veinte centros de detención ilegal, en la denominada Subzona militar 15, a cargo de la Agrupación de Artillería de Defensa Aérea 601 (AADA 601), Grupo de Artillería de Defensa Aérea (GADA) 601, con asiento en Mar del Plata y dependiente del Primer Cuerpo de Ejército.