Por Fabián Waldman
La «traición» de Manuel García Mansilla, quien había legado de la mano de un decreto de Javier Milei la semana anterior, deja solo a Ariel Lijo con la posibilidad de acceder a través de la votación en el Senado.
La Corte Suprema de Justicia no convalidó la licencia pedida por el juez federal Ariel Lijo en su juzgado y, de esta manera, impidió que accediera al máximo tribunal.
Los magistrados Carlos Rosenkrantz, Héctor Rossati y Manuel García Mansilla votaron en contra, mientras Ricardo Lorenzetti no emitió opinión. Así, el Gobierno sufrió una derrota inesperada.
La noticia se conoció horas antes que la acordada de la Corte se hiciera pública. El último despacho al que llegó el documento fue el de Lorenzetti y desde allí se habría filtrado a la prensa.
Mientras esto se difundía por los medios, en Casa Rosada el hermetismo era total. Los funcionarios consultados no respondían mensajes a la espera de unificar las respuestas. Cerca del mediodía de este viernes, los laderos del asesor presidencial Santiago Caputo todavía no daban por cierta la novedad. Señalaban que no habían tenido comunicación con García Mansilla y tampoco había «aparecido» el papel oficial con la negativa.
La «traición» de García Mansilla, quien había legado de la mano de un decreto de Javier Milei la semana anterior, deja solo a Lijo con la posibilidad de acceder a través de la votación en el Senado.
Lijo no quiere abandonar su juzgado en los tribunales de Comodoro Py, pues su nombramiento por medio del decreto 137/25 es «en comisión». El juez no quiere quedarse sin el pan y sin la torta en caso que la Cámara alta haga caer la decisión del Presidente.
García Mansilla tiene antecedentes de cumplir a rajatabla con los reglamentos y éste era el caso. Inclusive, pudo haberse abstenido y de esa manera el resultado también perjudicaba a Lijo: dos votos contra uno. Pero prefirió expresar claramente su posición para dejar afuera a Lijo y desairado al Gobierno.
El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, alfil de Santiago Caputo y contacto con el Poder Judicial, es quien lleva adelante las negociaciones y el diálogo con los «Supremos».
La falta de respuesta desde el Ejecutivo pone en relieve que no todo marcha de acuerdo al plan. La guillotina para los desleales y los ineficientes tiene poco filo en las últimas semanas. No cayó sobre nadie en la estafa $LIBRA, ni sobre Caputo luego de la entrevista “interrumpida” a Jonatan Viale ni el cruce con Facundo Manes.
