El politólogo y periodista expresó preocupación por la predominancia del discurso oficialista en los programas de televisión y el maltrato que existe a quienes manifiestan una postura contraria al rumbo del gobierno de Mauricio Macri.
Durante los gobiernos de Cristina Fernández había dos campanas; pero «hoy no hay dos campanas. Para escuchar la campana contraria al gobierno tenés que irte a las catacumbas».
De hecho, en el escenario actual de Argentina «no hay debate, sino griterío pero una sola voz. Y una sola voz que caza a la voz menor. Hay una cacería con las voces menores. Los sientan en una sillita en los programas de televisión y los maltratan, le gritan, lo pelean, los hacen quedar como ridículo, pero no hay un verdadero debate», dijo Brienza.
Por otra parte, el ser consultado sobre si en las elecciones de 2015 lo que se perdió fue la batalla cultural, aseguró: «No se puede perder lo que nunca se ganó».
«La Argentina es la Argentina de ellos, es la Argentina del modelo agro-exportador. En Argentina hay dos grandes tradiciones, la tradición del pensamiento nacional y la tradición liberal-conservadora. Y yo creo que el país está hegemonizado con el liberalismo conservador», aseveró el también historiador.
«El pensamiento nacional-popular pudo meter algunos bocadillos con (Hipólito) Yrigoyen, algunos bocadillos con (Juan Domingo) Perón y con el kirchnerismo. Esos bocadillos lo que hacen es interpretar a las mayorías, eso genera una fuerte tradición. Pero las universidades son del pensamiento liberal-conservador, los medios son del pensamiento liberal-conservador, la escuela es del pensamiento liberal-conservador», declaró Brienza
Por ese motivo, a juicio del periodista, pensarse derrotado «es como partir de una derrota moral. Y yo creo que hay que saber que, en realidad, uno es el más débil y tiene que pelearla desde donde puede y como puede con un gigante. Y esa derrota cultural no fue una derrota en función en función solamente de errores que se cometen, sino que, en realidad, la cancha es de ellos».
Por otra parte, el periodista también enfatizó con el hecho de que el el kichnerismo logró «esa posibilidad de disputa hegemónica real, porque cuando se inventó el término de la grieta el kichnerismo llevaba como siete u ocho años, y había ganado con el 54%» de los votos en las elecciones de 2011.
En ese sentido, se mostró esperanzado de que la «derrota cultural, política, económica» que, en su opinión, está sufriendo el macrismo, pueda proponer «la posibilidad de que la Argentina nacional, popular, productiva, si hace las cosas bien» tenga posibilidades «de hegemonizar otro período»
Fuente: La República Parlante – FM La Patriada