Ene 15 2025
Ene 15 2025

Coinciden en evaluar el primer año de Milei como «catastrófico» en ciencia y política sanitaria

Publicado el

Por Guillermo Lipis

Jefes de grupos de investigación del CONICET y especialistas en temas sanitarios coinciden en catalogar este primer año de gobierno de Javier Milei como «catastrófico», advierten que se va a profundizar la migración de investigadores y que no hay rumbo en materia de política sanitaria.

Los conceptos de catástrofe, licuación de la ciencia y una política sanitaria inexplicable son una apretada síntesis según explicaron a La Patriada Web profesionales científicos y de la salud acerca de este primer año del gobierno de Javier Milei.

Las consideraciones no son nuevas, pero siguen profundizándose y suman preocupación en sectores como la ciencia y la salud.

Para Alejandro Lipcovich, gremialista de ATE y trabajador del Hospital Garrahan, el balance en política sanitaria es «muy negativo«.

Si bien reconoce que el país se encontraba «en un momento crítico, que se hizo muy notorio en la pandemia de Covid-19, cuando el sistema de salud fue sometido a un estrés histórico, quedó en evidencia su desarticulación y la falta de recursos del sector público» a partir de la gestión de La Libertad Avanza (LLA).

Lipcovich agrega que «Milei, lejos de paliar esa situación, propuso una política de tierra arrasada a partir de una disminución histórica del presupuesto de salud y un retiro muy significativo de las políticas sanitarias».

Al respecto, pone como ejemplo «la reducción brutal en la distribución de preservativos, que va a promover el crecimiento de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)».

«Hemos visto el cierre del programa de embarazo no intencional o el caso del Garrahan, donde estamos en conflicto hace meses por la situación salarial y las condiciones laborales. Además, plantean el vaciamiento de algunos sectores del hospital porque muchos profesionales están renunciando, no hay incorporaciones y, así, están provocando el desguace de algunos sectores«, explica.

Lipcovich considera que «el propósito del Gobierno es devastar lo que queda de salud pública nacional e ir a fondo en algo que había empezado la dictadura militar y que ningún gobierno revirtió, que es una política de descentralización sanitaria o desligar al Estado nacional de su responsabilidad en los servicios de salud para traspasarlos a provincias y municipios y, en paralelo, ir llenando los vacíos con la medicina privada. Buscan transformar lo que debería ser un derecho universal en una mercancía más«, sostiene.

La Patriada Web: ¿Qué visualiza para el próximo año?

Alejandro Lipcovich: Si prospera la política del Gobierno, lo que va a ocurrir es un desastre sanitario. Vamos a tener hospitales aún más desfinanciados.

Pensar la política en salud

Rubén Torres, ex superintendente de Servicios de Salud de la Nación, piensa en frecuencia de política sanitaria y se preocupa por aportar a la mejora del sistema, «situación que no es fácil», advierte en diálogo con La Patriada Web.

«En un sistema de salud -básicamente- hay tres cosas importantes a tener en cuenta. Una, son los valores con que el sistema se organiza. Es decir, si ese sistema es solidario, o no; si es equitativo, o no; si es incluyente, o no, y si puede ser accesible», indica.

Foto por Télam – Misiones

El segundo aspecto tiene que ver con el modelo de atención que el sistema elige: «Si pone el acento en los hospitales y en la atención primaria. Y el tercer concepto, que es lamentablemente el que primero se discute, es quién pone la plata. ¿De dónde salen los fondos para el sistema?”, comenta Torres.

Y destaca su parecer: «Falta definir hacia dónde va el sistema público de salud, porque no aparece una definición taxativa de hacia dónde va. Si escuchamos al ministro de Salud o al superintendente de Servicios de Salud actual, dicen que están transparentando el sistema para que la gente pueda elegir más libremente».

“Pero la otra pregunta es: ¿la libre elección es un valor del sistema o el valor debe estar en el sistema de salud? ¿La libre elección es el objetivo?”, se pregunta Torres.

Y se responde: «El valor está en el equilibrio para que haya mejores condiciones de salud, que todo el mundo pueda acceder a la salud en forma equitativa y que, además, lo proteja financieramente. Es decir, que quien necesita atención médica no caiga en la pobreza por esa razón«.

Esas son las funciones de un sistema sanitario, y no elegir libremente. Eso no puede ser un objetivo del sistema.

La Patriada Web: Pero parece que para este Gobierno, sí.

Rubén Torres: Bueno, supongamos, entonces, que fuera importante el tema de la libre elección. ¿Quiénes pueden elegir libremente en Argentina con la cantidad de personas bajo la línea de pobreza que hay? El pobre tiene como única cobertura el hospital público; no tiene ninguna posibilidad de elección. Tiene que ir a las cinco de la mañana y esperar que le den un turno para el día que le adjudiquen. El tipo que está hoy en una obra social y está en la media de ingresos, tampoco tiene mucha posibilidad de elegir. ¿Y quiénes son los que terminan eligiendo? Un 7% u 10% de la población, los que tienen un ingreso por encima del promedio o porque la empresa en la que trabajan les cubre una medicina prepaga. Las medidas que globalmente fue tomando este Gobierno a lo largo de estos meses están básicamente dirigidas a este núcleo, a esos 7 u 8 millones de personas que son las que pueden tener una empresa de medicina prepaga y elegir. Por esto digo que no se entiende hacia dónde está orientada la política sanitaria, que parece estar focalizada en esos siete millones de personas que pueden elegir. No hay que olvidar que hay otros 38 millones de argentinos que tienen una elección restringida o no pueden elegir. Y para este sector no se ve ninguna medida. Incluso diría que dentro de este núcleo de siete millones de individuos que están pagando o están cubiertos por una empresa de medicina prepaga, hay un grupo, en especial los mayores de 65 años, que desde hace muchos años pagan un sistema médico privado, a quienes la desregulación o liberación de las cuotas también los puede perjudicar y dejarlos fuera del sistema y sin protección.

La Patriada Web: Lo noto preocupado.

Rubén Torres: Lo estoy, porque el objetivo de un sistema de salud tiene que ser la mejora de las condiciones de salud de la población y que todo el mundo disponga de acceso a este tipo de servicios. Pero, si la gente se cae de su cobertura privada, va al sistema público de salud donde va a aumentar la presión sobre el sistema al tener más pacientes y no exista un refuerzo presupuestario para el sistema público de salud. En algunas provincias ya está pasando que aumentó más de un 15% los niveles de atención en los servicios públicos de emergencia y no hay un motivo epidemiológico. No hay pandemia ni nada que justifique esto, salvo que esté ocurriendo por la inclusión de gente que quedó fuera del sistema de la medicina privada y recurre al hospital público.

Para Torres, este sistema es contradictorio «porque no solo no da libertad de elegir, sino que recarga el servicio sanitario del Estado«. Y, como frutilla del postre, advierte que el próximo 31 de diciembre vence la Emergencia Sanitaria dictada hace 20 años.

«Se dictó cuando yo era superintendente y, si no se renueva, las instituciones prestadoras, sanatorios y demás corren un serio peligro porque hay muchas entidades prestadoras de salud que siguen endeudadas», destaca, y añade: «Si se levanta la emergencia sanitaria esas empresas pueden ir a la quiebra«.

La catástrofe

En el ámbito de la investigación científica, Jorge Geffner, doctor en Bioquímica e investigador superior del CONICET, califica la gestión del primer año de la gestión Milei como «catastrófica».

Conicet

La Patriada Web: ¿Cuáles son los hechos concretos en los que asienta su calificación?

Jorge Geffner: En el CONICET, por ejemplo, el ingreso a la carrera de investigador científico está cerrada. No entra nadie.

La Patriada Web: ¿Está cerrada de hecho o formalmente?

Jorge Geffner: Formalmente y de hecho, porque nadie puede entrar a la Administración Pública Nacional. Este año, entre renuncias y jubilaciones, el CONICET ya perdió entre 600 y 700 personas y no hay recomposición porque no hay ingresos. Esta situación también provoca que los investigadores jóvenes que terminan una beca doctoral o un postdoctorado no puedan darle continuidad a sus carreras porque no pueden ingresar. Otro problema son las líneas de financiamiento, que no dependen del CONICET, sino básicamente de la Agencia Nacional de Innovación y Promoción Científica. Han cortado, por lo menos, el 80% de las líneas de financiamiento en proyectos que ya fueron evaluados positivamente y no están siendo solventados.

La Patriada Web: La sub-ejecución de las partidas ya aprobadas puede ser pasible de ser considerada una malversación de fondos públicos. ¿Qué se está haciendo para reclamar la liberación de esos fondos ya adjudicados?

Jorge Geffner: Hay acciones, como pedidos de informes, y se van a producir acciones legales en relación a eso porque, claramente, hay un mal desempeño del funcionario público, no tengo dudas.

Este integrante del equipo de coordinación de la Red Argentina de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT) afirma que «una de las cosas que más preocupa es el éxodo de jóvenes investigadores. En 2025 va a explotar la emigración porque el científico argentino es muy valorado».

“Cuando terminan un doctorado o un posdoctorado, la perspectiva de seguir trabajando en el país está muy reducida. Hay que pelear para revertir esto porque, si no, de acá a cuatro años nos quedamos sin científicos en el país», dice.

La Patriada Web: ¿Hay interlocutor con quien discutir esta problemática?

Jorge Geffner: Y… no tenemos interlocutores. Las máximas autoridades no te reciben. Incluso en otras épocas, aun cuando se planteaban reivindicaciones, había interlocutores. Ahora no, y encima los que están al frente tienen cero experiencia en ciencia porque vienen del campo de las finanzas. Sabrán cómo hacer inversiones, pero en cuanto a política científica no entienden nada. Si entendieran, no desmantelarían los equipos de investigación porque lleva años volver a consolidarlos.

Agencia CTyS-UNLaM

La Patriada Web: ¿Cómo entiende esto en términos del discurso que manejan cuando dicen que quieren un país moderno y pujante?

Jorge Geffner: Pasa que Milei dice que él es un topo que quiere destruir el Estado por dentro, y es consecuente. Pero que haya investigación financiada por el Estado no es un invento nuestro; ocurre en los países de referencia que él menciona como Estados Unidos o Israel. En mi campo, por ejemplo, los institutos nacionales de salud financian investigaciones. El grueso del financiamiento viene del Estado y después, cuando hay transferencia, el Estado se asocia con empresas particulares.

La ciencia no existe

El pasado 2 de diciembre el presidente Milei visitó por primera vez el Polo Científico Tecnológico, ubicado en el barrio porteño de Palermo, donde inauguró la Semana de la Inteligencia Artificial y, como dato curioso, no expuso ningún investigador nacional.

«El Gobierno habla de estas cosas, pero no sabe muy bien de qué se trata. Esta semana la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología organizó un encuentro donde habló el Presidente, pero no hubo ni un experto o científico invitado que esté investigando temas de Inteligencia Artificial”, ratificó Eduardo Barrio, investigador superior del CONICET y director del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF) donde trabaja en el desarrollo de Inteligencia Artificial (IA).

Barrio recuerda a La Patriada Web que «hace unas semanas dijeron que tenían un plan de ciencia e innovación, y me cuesta decirlo, pero el plan es raro porque es para el 2024/2025 y el 2024 ya está terminando y no hicimos absolutamente nada. Lo único que vi es un mensaje en la red social X, donde se dijo que hay tres líneas que le interesan desarrollar, una de las cuales es la de Inteligencia Artificial. Pero resulta que ningún investigador del CONICET, docente o profesor de Ciencias Exactas de la UBA fue convocado al evento como disertante».

El filósofo afirma que Milei, «en su discurso de apertura, no mencionó la palabra ‘ciencia’. Habló al lado del edificio del CONICET en un encuentro organizado por la Secretaría y el Presidente de la Nación y no nombró siquiera la expresión desarrollo científico o ciencia».

La Patriada Web: ¿Y en qué cree que pensaba?

Eduardo Barrio: Y, quiero ser neutral… en algo que genere dinero inmediatamente. Por eso estaba invitado el dueño de Mercado Libre. No estoy en contra de esa invitación, pero lo raro es que no había científicos o investigadores. Es como pensar Silicon Valley sin desarrolladores. Había empresarios y no había científicos, que son los que desarrollan los proyectos que requieren dinero. Es impensable que no exista la pata de los investigadores. No puede pasar, salvo que quieran hacer una factoría. Por ejemplo, el Presidente habla de poner servidores en la Patagonia. Y si a eso le llaman desarrollo tecnológico bueno… no entienden qué es la innovación tecnológica. Poner servidores en la Patagonia es como armar un basurero que puede dar algo de guita, pero eso no es innovación. Lo que veo es que pasó un año y no se hizo absolutamente nada, o se canceló absolutamente todo. Ese es el balance.

La Patriada Web: ¿Qué visualiza para 2025?

Eduardo Barrio: Lo veo muy mal. Quizás, en algún momento, decidan largar algo de dinero, pero de este modo no sirve. Hacen un axioma del déficit cero, así que Ciencia y Tecnología no es una prioridad. Hay proyectos, líneas de investigación de cooperación internacional en donde colaboramos con iniciativas europeas o norteamericanas, y de ahí obtenemos financiamiento adicional. Nosotros esperábamos que todos los contratos anteriores se cumplieran, así que planificamos quiénes -de mi proyecto- viajarían a París a trabajar. Imagínate que para tener un lugar en esos institutos tenemos que pedirlo con tres o cuatro meses de anticipación, pero los fondos no aparecieron. Hablamos con el embajador de Francia, porque ellos no podían creer que Argentina incumpliera de modo unilateral los contratos.

Barrio considera que «no hay voluntad de financiar absolutamente nada. Han cortado todo, discontinuaron investigaciones de todo tipo. Si uno hace un balance de este año, la única constante es que nadie recibió un peso mientras Milei cree que está en una cruzada en contra de los progres», explica.

Y define: «En materia de cooperación internacional, lo que estamos viviendo es inédito«.

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