Dic 09 2024
Dic 09 2024

Francisco visitó a la sobrina de una de las monjas francesas asesinadas por Alfredo Astiz

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El Papa se reunió con la Hermana Geneviève Jeanningros en medio del escándalo protagonizado por los diputados de La Libertad Avanza que se reunieron días atrás con el represor.

El papa Francisco se reunió con Sor Geneviève Jeanningros, sobrina de Léonie Duquet, una de las dos monjas francesas secuestradas y asesinadas en un operativo comandado durante la última dictadura cívico militar por el genocida Alfredo Astiz, visitado días atrás en prisión por diputados de La Libertad Avanza (LLA).

Jeanningros tiene a su cargo desde hace más de 50 años, junto con la hermana Anna Amelia, una pastoral de cercanía con las comunidades del espectáculo itinerante y del circo.

El Papa hizo una pausa en sus vacaciones y visitó este miércoles a la monja católica francesa, que también trabaja con la comunidad LGBTQ+ en el barrio romano de Ostia.

La visita fue comunicada oficialmente por el diario vaticano y se concretó en medio del escándalo que provocó la visita que seis diputados nacionales de LLA hicieron en la cárcel de Ezeiza y otros represores de la última dictadura, todos condenados judicialmente por delitos de lesa humanidad.

Los diputados libertarios que estuvieron con Astiz fueron Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci y María Fernanda Araujo.

«El Santo Padre llegó alrededor de las 15:05 a bordo del Fiat 500 L, avanzando entre columpios y coches de choque. El arribo del Pontífice estuvo marcado por el chasquido de dos besos saludados por la Hermana Geneviève Jeanningros. Es ella, perteneciente a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús, que hace 56 años reside en una caravana con la hermana Anna Amelia en una pastoral que abraza el legado de Charles de Foucauld de ‘ir allí donde a la Iglesia le cuesta ir’, quien organizó la visita. Ella, la ‘enfant terrible’, como la apodó cariñosamente el Papa, que la ve cada miércoles al final de la Audiencia General, donde la anciana pero audaz religiosa lleva desde hace años a grupos de nómadas, gente del circo y personas LGBT+», difundió el Vatican News en su sitio web.

Astiz fue condenado a cadena perpetua en 2011, entre otros crímenes, por la desaparición de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet, secuestradas en 1977, torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y arrojadas al mar en los “vuelos de la muerte”.

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