Por Mara González
Miles de personas en Buenos Aires caminaron desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo. Lo mismo ocurrió en cientos de ciudades argentinas y el mundo.
La potencia de la marea verde, que tras una serie de presentaciones ante el Congreso logró que el aborto sea legal, seguro y gratuito en la Argentina desde diciembre de 2020. La masividad del 2×1, aquella movilización de mediados del 2017 que dijo no a la reducción de las penas a los acusados por delitos de lesa humanidad. Y de la protesta universitaria, que en dos ocasiones durante 2024 movilizó cientos de miles de personas en las calles de todo el país para exigir que la universidad siga siendo libre, gratuita y de calidad. La marcha antifascista y antirracista de este sábado fue única, pero, como todas, se encadena con otras anteriores porque las luchas no surgen de la nada, sino que tienen historia, carnadura, cuerpos, voces. Son con otrxs.
Durante la semana circuló una foto: Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo, psicóloga y referente de Derechos Humanos de la mano de Lohana Berkins, activista trans, quien porta un cartel con la leyenda «Policía asesina». Es la foto que da cuenta que nada se inicia desde cero.
«Si las viejas logramos las leyes, las jóvenes tendrán que defenderlas», escribió días atrás en elDiarioAR María Belén Correa, fundadora y directora del Archivo de la Memoria Trans, quien recordó las primeras marchas del activismo junto a Carlos Jáuregui. «Teníamos el miedo de quien no tiene nada que perder», rememoró Correa.
El miedo, por momentos, se convierte en terror: este viernes, horas antes de la masiva movilización, la Federación Argentina LGBT+ (FALGBT) denunció un intento de lesbicidio ocurrido el miércoles 29 de enero en la localidad bonaerense de Cañuelas. En 2022 una pareja de mujeres se mudó a esa ciudad bonaerense con su hija menor. Desde entonces, un vecino, Orlando Alcides Lutz Fogar, las acosa y amenaza.
«Estaban presas en la casa, sin posibilidad de salir a caminar o andar en bici por el miedo. Dejaron de permitir que su hija juegue afuera. Este vecino, en diferentes oportunidades, roció el pilar de luz con nafta y lo prendió fuego en tiempos de sequía”, indicó la Federación. Este miércoles, a las 3:40, concretó la amenaza: roció la casa y los alrededores con combustible y la prendió fuego. Las mujeres y su hija no estaban en el lugar. La Federación subrayó que la Justicia no hizo nada para protegerlas frente a las reiteradas amenazas.

Desde la entidad enfatizaron que «el odio habilita la violencia y genera consecuencias concretas en la vida de personas reales, como esta familia». Se referían al discurso del 23 de enero del presidente Javier Milei en el Foro de Davos. «En su versión más extrema, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil; son pedófilos«, aseguró Milei en uno de los pasajes más agresivos de su alocución.
La marcha de este sábado, que en Buenos Aires recorrió las casi 20 cuadras que separan el Congreso de la Plaza de Mayo, fue una respuesta y un contundente respaldo social a la comunidad LGBTIQ+, que lideró el rechazo a las declaraciones de Milei y es a la vez un reclamo por la libertad para que cada unx viva como elige vivir. También es un basta a la política deliberada de este Gobierno de ir por los derechos de los más vulnerables, al empobrecer a los jubilados y desfinanciar los sistemas públicos de salud y educación.

«Somos médicos y marchamos por nuestros hijos y por nuestros pacientes que no tienen medicamentos. Nos abruma la conciencia que la gente se esté muriendo por falta de remedios. Están destruyendo el país y no podemos permitirnos no hacer nada. Romper es muy fácil, construir cuesta un montón, llegó un momento de poner un límite, espero que la población tome conciencia y retomemos el camino de la cordura”, expresó con la voz casi quebrada Carlos, médico jubilado del hospital Posadas, a La Patriada Web a metros de Plaza de Mayo.
A su lado, su compañera Alcira, también médica, afirmó: «Marchamos por todo esto que está mal, por la falta de equidad, de igualdad, por la perversión, por la pérdida de derechos que costaron mucho y no queremos que se pierdan tan fácil».
Muy cerca, minutos antes, la cantante Lali Espósito se había acercado a saludar a la multitud desde una librería en Avenida de Mayo al 700.
«La dignidad y la libertad no tienen orientación sexual ni identidad de género», reza el cartel que porta Milagros, de 27 años, que llegó al Congreso desde Moreno con dos amigas. «Venimos porque lo que dijo el Presidente es una provocación. Estamos en contra obviamente de la pedofilia y del desfinanciamiento de los planes de educación sexual”, dijo. «Milei busca que tengamos miedo y dice que nos va a perseguir. No nos tiene que perseguir porque acá estamos. Y hay cosas que no vamos a tolerar, ya estamos en 2025, hay discusiones que no habría que volver a dar», enfatizó Milagros rodeada de sus amigas.
“Creemos que [el planteo del Gobierno] forma parte de una estrategia: intentan, como siempre hizo la derecha, enfrentar a las personas que conviven en una sociedad. Ahora es la comunidad LGBTIQ+ contra los problemas que tienen los y las trabajadoras. Circuló mucho la idea de ‘con todos los problemas que tenemos estamos pensando si se enojan los homosexuales’. Instalar que la comunidad LGBTIQ+ genera un gasto extraordinario es falaz. Entonces nos preocupa, tememos por ese retroceso tanto cuando salimos a la calle o cuando nuestra hija Luisa va al colegio”, aseguró a La Patriada Web Gabriela Elena, trabajadora despedida del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que junto a su pareja Victoria, médica, son madres de Luisa, de 11 años.
Y puntualizó: «El retroceso implica además que a partir de ahora Luisa puede vivir situaciones que hasta aquí no había vivido, porque toda su generación nació después de las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género, entonces nadie hasta aquí se atrevió, pensó o escuchó desde la voz de alguien validado, por lo menos de manera institucional y simbólica, como es el Presidente, a preguntar si en su familia hay pedófilos, si sus madres o los amigos de sus madres pueden ser pedófilos. Esa exposición tan hostil para una niña de 11 años también es muy preocupante».
Durante la jornada de hoy, las movilizaciones se multiplicaron en todo el país, y también en Holanda, España, Alemania, Suiza, Reino Unido, Portugal, Italia, Francia, Estados Unidos, Brasil, México, Uruguay y Chile.
En las inmediaciones del Congreso y de Plaza de Mayo, cientos de miles de manifestantes portan banderas y abanicos multicolores y glitter en los rostros. Hay familias con chicos chiquitos, jubilados, mucha gente «suelta», sin encolumnarse. Estuvo presente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el diputado de Unión por la Patria Máximo Kirchner y dirigentes de izquierda, entre ellxs Myriam Bregman.
Fuimos miles 🏳️🌈💚✊🏻 pic.twitter.com/Z1otIJkBCn
— Myriam Bregman (@myriambregman) February 2, 2025
También marcharon agrupaciones políticas y sindicatos, por caso la UOCRA: la columna era nutrida, ocupaba casi una cuadra. La bandera que encabezaba era la de «UOCRA Mujeres«. Atrás, cientos de banderitas verdes, de las que están en las obras en toda la ciudad y sus compañeros varones cantando y agitando. Algo cambió para siempre. Al closet, Nunca Más.