Expediente PJ: todos se disputan a Perón, mientras Kicillof y Massa cultivan sus perfiles

Por Nicolás Poggi

Cristina opta por un reconocimiento a la figura de Juan Domingo Perón, mientras se reúne con dirigentes de todos los sectores. El gobernador bonaerense sale a buscar votos fuera de la provincia e intenta esquivar la interna.

Acaso como una muestra más de la falta de conducción y referencias, los dirigentes peronistas apelan a la figura del propio Juan Domingo Perón, de cuyo fallecimiento se conmemoran hoy 50 años, para sentar posición en la era libertaria y proyectarse hacia la discusión electoral que viene, aunque se trate de un trámite prematuro.

Con matices, Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa buscan, en mayor o menor grado, «peronizarse» para nuclear las voluntades políticas de la oposición y concentrar el rechazo social a las medidas de ajuste del gobierno de Javier Milei.

Fiel a su presente en el llano, Cristina eligió el streaming, su terreno habitual desde los últimos años, para manifestarse sobre la situación del país, el estado del peronismo y el impacto de las políticas de ajuste de Milei. Lo hizo aprovechando un «regalo» del calendario: la conmemoración de los 50 años del paso a la inmortalidad de Perón.

“Para mí Perón es el 17 de octubre -evocó la ex presidenta en su diálogo con el canal Gelatina-. Él es el primero que formula la postura de la ‘tercera posición’, que no significa un poquito de acá y otro de allá, sino una postura nacional, y construye una doctrina. Un visionario total”, remató.

Curioso homenaje a una figura a la que Cristina siempre le «escapó» y a la que más de una vez ubicó, en su lista de preferencias, debajo de Eva Duarte. Sólo en los últimos años, durante el gobierno del Frente de Todos, la ex mandataria se permitió hacer reconocimientos explícitos a la figura del fundador del peronismo.

El kirchnerismo, en particular, y el peronismo, en general, hacen una autocrítica sobre esa última etapa. Admiten que durante la gestión de Alberto Fernández hizo falta «gobernar con firmeza» porque «para eso te vota la gente». Y contraponen aquel estilo dubitativo con los modos de Milei, que desde las antípodas pero «sin mayorías parlamentarias y con un ajuste fenomenal va para adelante en cosas en las que nosotros hemos sido muy cautelosos».

“A nosotros nos costó votarle las vacunas contra la pandemia a Alberto, y los libertarios hacen la reforma laboral entre gallos y medianoche”, ilustró a La Patriada Web un dirigente peronista que la semana pasada se reunió con Cristina en el Instituto Patria.

La ex presidenta mantiene allí reuniones con dirigentes de todas las extracciones. Quienes frecuentan su oficina revelan que en ese lugar hay un «desfile» permanente de caras ante las que ella se muestra “súper conectada y en todos los temas”.

El peronismo quiere conformar una «opción» porque, en sus cuentas, la puesta en marcha de la Ley Bases, regresiva en la mayoría de los aspectos de la vida social, no va a «encauzar» la situación económica, sino que profundizará los problemas. Pero por ahora son conscientes de las limitaciones. «Una cosa es que esta gestión no funcione y otra muy distinta es que seamos atractivos para la mayoría de la gente, y en gran parte es por nuestras diferencias que también se agudizan», se sinceró ante este portal una de las fuentes consultadas.

La marca bonaerense

La arena de la provincia de Buenos Aires es el escenario donde más se advierte esa división que, aseguran en el PJ, no se propaga al resto del país. Allí, el gobernador Axel Kicillof también «peroniza» su perfil y sale a buscar por todas las terminales a los desencantados con la gestión de Milei. 

El sello de esta declaración de intenciones quedará plasmado hoy cuando inaugure las nuevas obras de la Quinta de San Vicente donde descansan los restos de Perón. La excusa es la puesta en valor de la Casa de Huéspedes de ese predio, recuperado durante la gestión provincial de Eduardo Duhalde y destino habitual de procesiones políticas; pero en los hechos será un mitin de ADN peronista en el que se espera un fuerte mensaje de convocatoria a la oposición.

Kicillof invitó al acto a dirigentes de otras latitudes del país como el gobernador riojano Ricardo Quintela, uno de los más activos en la oposición a Milei. Este último le retribuyó la gentileza y, según pudo saber La Patriada Web de fuentes del PJ, el mandatario bonaerense tiene previsto un viaje a esa provincia como continuidad de la visita que hiciera el viernes último a los pagos de otro peronista como el pampeano Sergio Ziliotto.

La “letra chica” de la interna

La campaña por Kicillof ya tuvo mojones en Buenos Aires. Dos dirigentes son hoy los principales armadores del gobernador: Andrés «Cuervo» Larroque, ex camporista y ministro de Desarrollo de la Comunidad, y Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda y ex hombre fuerte del Instituto Patria.

Ambos llevan la carta del gobernador por el conurbano. A la vez, funcionarios bonaerenses riegan las ciudades de actos para robustecer la figura de Kicillof. El último fin de semana, en Ensenada, un encuentro reunió a docentes y profesores de distintas localidades para debatir sobre la inversión en educación, una medida a la carta para contraponer con la gestión libertaria. Estuvieron Alberto Sileoni, a cargo de esa cartera; el intendente local, Mario Secco, y el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, mano derecha del gobernador, entre otros. «Carli» llevó incluso su auto Clio.

Pero Kicillof tiene claro que con el peronismo “no alcanza” y por eso busca e insiste con la necesidad de entonar “canciones nuevas”, una discusión semántica que el año pasado supo enfrentarlo directamente con Máximo Kirchner, fundador de La Cámpora y quien en su momento le respondió sin vueltas que los militantes como él «no saben de música».

Tocar canciones nuevas implica ampliar los márgenes del peronismo a partir de la certeza de que la fórmula justicialista está «agotada». Lo sabe Kicillof y también Sergio Massa después de la derrota electoral ante un emergente abiertamente apolítico como Milei. Por algo el tigrense hacía un llamado a la «unidad nacional», una etiqueta que el propio Kicillof también podría levantar ahora.

Otros caminos

Por afuera de esas discusiones protagónicas, Guillermo Moreno activa un raid mediático y de redes sociales con el menú de la tradición del peronismo clásico. La semana pasada dio un paso en concreto con la congregación en el Palacio Barolo de economistas de todas las líneas para elaborar un “programa económico”. 

Estuvieron José Ignacio De Mendiguren por el massismo; Pablo Wahren por el sector de Juan Grabois; Juan Manuel Pichetto en representación de su padre, Miguel (hoy fuera del PJ); Santiago Fraschina, delegado de Máximo, y Roberto Felletti por la línea Kicillof y del peronismo bonaerense, entre otros. 

¿Y Massa? El ex candidato presidencial mantiene activas las reuniones en su búnker de Avenida Del Libertador y prepara la presentación de su libro, que contará su experiencia por el Ministerio de Economía, junto al periodista y escritor Jorge Asís. Quienes lo frecuentan dicen que «es un cuadro que tiene mucho para darle al país», pero también se preguntan si realmente “tendrá chances de conducir” un armado panperonista. La CGT también ve pronto el regreso del tigrense, confió ante La Patriada Web un sindicalista de la mesa chica.

En el peronismo tienen claro que necesitan al Frente Renovador y hasta Cristina da a entender en sus reuniones que, el año que viene, la oferta opositora tiene que ser de unidad. Después se verá.

La pulseada por el PJ

Los dirigentes también están mirando a la renovación de autoridades del PJ convocada para noviembre próximo como paso previo para un posicionamiento puertas adentro y una legitimación para saltar desde ahí a la arena electoral del año próximo.

Todos tienen marcado en el calendario peronista la fecha del 17 de noviembre, cuando deberán llevarse adelante las elecciones internas para consagrar a la nueva conducción del Consejo Nacional del PJ. Será un turno doble porque, en una decisión que se vio como un enroque de cúpulas, el PJ Bonaerense al mando de Máximo también convocó para ese día a elegir autoridades, en busca de consolidar una apuesta en ambos frentes y dar por finalizadas de un plumazo las discusiones internas.

Resta saber si habrá competencia o si, una vez más, los jefes partidarios se elegirán por listas de “unidad”. Cristina es vista como una referente que, desde su lugar de ex presidenta y gran electora, podría conducir en el firmamento del PJ. Kicillof también está dispuesto a asumir ese rol, aunque por ahora no dará ninguna pista. Moreno también ambiciona ese lugar. Afuera de esa disputa, Massa se mantiene en el Frente Renovador. Unión por la Patria sigue casi en foja cero.