La edad de los candidatos, los casos penales, la economía, la inmigración y el aborto serán ejes centrales en este primer encuentro de cara a las elecciones de noviembre.
Hoy por la noche, durante 90 minutos, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump se enfrentarán en un debate histórico de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de este año.
El debate presidencial contará con dos cortes publicitarios, y reglas estrictas: sin público, ni asesores; con el micrófono cerrado al candidato que no tiene la palabra, y un tiempo máximo de dos minutos para contestar las preguntas de Jake Tapper y Dana Bash, los periodistas a cargo del debate.
Cuando terminan los dos minutos, se abrirá el micrófono del candidato silenciado para ejercer su derecho a réplica. Y 60 segundos después, el otro candidato que no podía opinar tendrá un minuto más para cerrar ese lance de la batalla política.
El republicano Trump, de 78 años, disfruta de una ligera ventaja en las encuestas en los importantes estados indecisos, en una elección que probablemente se decidirá por unos pocos cientos de miles de votos.
El presidente Biden, de 81 años, enfrenta la mayor preocupación por su agudeza mental, y los votantes son mucho más propensos a mencionar su edad que la de Trump, a pesar de que el republicano es solo tres años más joven. El ahora presidente del país tiene la oportunidad de mostrar a sus compatriotas que dudan que, a sus 81 años, es capaz de manejar los rigores de otro mandato de cuatro años. Una buena actuación podría ayudar a neutralizar esas preocupaciones y centrar la atención de los votantes en cuestiones políticas.
El debate será el evento de este tipo que ocurre más temprano en la historia de Estados Unidos. Los debates presidenciales televisados entre candidatos a la elección general siempre han comenzado en septiembre o a principios de octubre, remontándose al primero entre John F. Kennedy y Richard Nixon en 1960.
El debate presidencial se llevará a cabo hoy jueves a las 9 p.m. (hora de EEUU) en los estudios de Atlanta de CNN, y en Argentina se podrá ver a las 10 p.m. Tras este primer enfrentamiento, se realizará un segundo debate el 10 de septiembre y será organizado por ABC News. De momento, no se ha dado a conocer la ubicación.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos están programadas para el 5 de noviembre. Una vez que el escrutinio concluya, el Colegio electoral emitirá su voto el 17 de diciembre y el conteo se hará en enero de 2025 para certificar la victoria del candidato ganador.
Temas centrales de cara a las elecciones
Si la edad juega en contra de Biden, los cuatro casos penales que hay en contra de Trump minan a priori al republicano y saldrán sin duda al escenario. Hace un mes Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser declarado culpable en un juicio penal y tiene tres más pendientes, entre ellos uno por el asalto al Capitolio.
La economía será con seguridad uno de los temas centrales. Aunque Biden tiene los números a su favor, Trump es consciente de que la población no lo percibe. Los precios llevan un año bajando y la inflación está en el 3,3 %, el desempleo es bajo (4 %) y no hay riesgos de recesión, pero los ciudadanos siguen sin estar contentos. Una encuesta de The New York Times de marzo reflejó que el 74 % cree que la economía es regular o mala.
La inmigración es también uno de los temas favoritos de Trump, siempre con su discurso incendiario, acusando a los inmigrantes de todos los males del país y prometiendo el cierre de fronteras y la deportación masiva. Su objetivo será, según Fein, «no desviarse del tema», consciente de que es un fuerte imán para la base de su electorado. Para Biden, sin embargo, es «una cuestión complicada», algo que incomoda sobre todo «al ala progresista del Partido Demócrata».
El tema delicado para Trump es el aborto, mientras que para Biden es un asunto que le podría dar votos y que sin duda mencionará esta noche. Trump se ha vanagloriado de ser el autor del fin de la sentencia Roe vs Wade que eliminó el derecho al aborto a nivel nacional, pero ahora intenta desviar el foco y presentarse como un político que simplemente respeta las decisiones de cada estado.